Informales venden musgo «como si nada»
En pequeños sacos plásticos negros tienen el musgo amuñuñado, el cual arrancan con las manos para meterlo en bolsitas a quien lo compre
En los alrededores de la esquina de San Jacinto, varios comerciantes informales venden musgo para los nacimientos como si nada. Se ponen muy cerca de las esquinas para salir corriendo cuando se acerque un funcionario policial. Solo para quien pregunte, es a 120 bolívares la bolsa.
En pequeños sacos plásticos negros tienen el musgo amuñuñado, el cual arrancan con las manos para meterlo en bolsitas a quien lo compre.
La transeúnte Litzi Acevedo explicó que ella sabe que está prohibida su venta, por eso no usa musgo y prefiere armar su nacimiento con tela, “además produce alergia”, aseguró.
Por su parte, Andrea Almeida precisó que desde pequeña en su familia hacen pesebres, pero “no sabía que estaba prohibido el musgo”, dijo. Para Gladys González, es más ecológico usar papel para el pesebre, pues así cuida el ambiente.
Esa especie, protegida por la Resolución N° 52 del Ministerio del Ambiente, de fecha 30 de julio de 2008 y publicada en la Gaceta Oficial Nº 38.963, es también apoyada por la Ley de Bosque y Gestión Forestal, que estipula sanciones con multas de entre 5.000 y 7.000 unidades tributarias para aquellos ciudadanos que cometan ese delito ambiental.
En noviembre, la fiscal Luisa Ortega Díaz ratificó la medida, que lleva más de 12 años vigente.
El musgo se encuentra en la superficie del suelo de los páramos y los recubre como una alfombra. Permite que las semillas de las otras especies pueden alojarse y brotar para ayudar a proteger los ecosistemas.
Su función principal es actuar como una esponja cuando llueve y regula la cantidad de agua que llega a los diferentes cursos de los ríos.