Incursión de paramilitares a Venezuela inició desde que Uribe aprobó la ley de Amnistía
La infiltración de paramilitares dentro del territorio nacional, con el propósito de desestabilizar el país y generar un conflicto armado, es una de las pretensiones que quiere realizar la oligarquía colombiana en conjunto con el gobierno de Estados Unidos.
Ante este escenario, el historiador y docente universitario, Alirio Liscano, manifestó que esta situación comenzó desde el mismo momento en que Uribe aprobó la ley de Amnistía para perdonar al paramilitarismo y los crímenes que cometieron, “por lo tanto, no es de extrañar que esta incursión se materialice", afirmó.
“Uribe fue el gran protector del paramilitarismo colombiano, por eso se dice que además de ser el gran hombre de los carteles de la droga, fue el hombre de los cárteles paramilitares”, dijo.
Señaló que Uribe al aprobar la Ley de Amnistía prácticamente perdonó los crímenes del paramilitarismo, lo que trajo como consecuencia toda esa infiltración hacia Venezuela programada con el imperio.
Al respecto resaltó que existe una gran presencia paramilitar en Venezuela, sobre todo en esta franja fronteriza, que es la media luna conformada por los estados Táchira, Mérida y Zulia, ya que estamos más cerca de Colombia, “lo que nos impacta más la fuga de los alimentos, gasolina, medicina, productos ferrosos y el circulante de la moneda venezolana”, especificó.
Asimismo agregó que estas irregularidades también se observan con la extracción de la gasolina, que por cierto, es necesario destacar que el gobierno venezolano ha realizado un gran esfuerzo para erradicarlo, pero no está totalmente controlado.
Ante esta realidad tan compleja, señaló Liscano que el tema fronterizo no es sencillo porque la economía fronteriza, especialmente en el Táchira y en el Zulia, “ya ha hecho vasos comunicantes con la economía colombiana y en la medida que las cosas pasan a ser un tema de negocios, y un tema que manejan los negociantes, se convierten mucho más complicadas, porque se vuelven más ocultas y menos transparentes, y por eso es más difícil controlarlas”, indicó.
De igual forma considera que Venezuela no gana nada con mantener la frontera abierta, quien gana es la oligarquía colombiana.
Con respecto a este punto resaltó que la gasolina se seguirá contrabandeando hacia Colombia hasta tanto no se cierre la frontera, mientras tanto se siguen beneficiando grupos empresariales, la oligarquía de Centroamérica y de la costa pacífica de Suramérica en conjunto con los grupos poderosos del imperio norteamericano.