Impactos de la ciencia deben debatirse en foros híbridos
¿Hay espacios en las sociedades modernas donde esté ausente la ciencia? Economía, política, cultura, ambiente, salud, incluso fuera de la Tierra se siente su presencia. Como cualquier invención humana, la ciencia es falible, comete errores, pero también se retracta.
Al estar en tantos sitios a la vez, afecta a muchas personas, fuera del laboratorio y de manera discrecional. “Nuestra vida se organiza en función de la ciencia y la tecnología, pero estas tienen efectos. El debate sobre la ciencia debe ser público, en el cual todos tenemos que participar”, afirmó el sociólogo Miguel Ángel Contreras, investigador de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Su llamado a la creación de diálogos entre formas diversas de concebir el mundo, pasa irremediablemente por el desmontaje de los viejos cánones, según los cuales la ciencia está al margen (superior, claro está) de lo que no se rige por el método científico.
“Necesitamos deconstruir los preceptos en los que está basada la ciencia -con una visión de epistemología de separación de campo, sin diálogo entre distintas formas de conocimiento- para construir foros híbridos, es decir, espacios donde se entrecruzan distintas disciplinas”, explicó Contreras durante una conferencia organizada por el Centro de Estudios de la Ciencia del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic).
Una ciencia integrada a los debates democráticos y geopolíticos globales fomentaría, por ejemplo, la realización de foros híbridos para discutir temas de gran interés, como los “impactos, pertinencias, evaluaciones y legalidad de lo que estamos haciendo en la ciencia”, acotó.
A juicio del experto, la crisis planetaria, de la cual ningún ámbito escapa, obliga a los académicos a repensar la ciencia. “La epistemología actual no es demarcar la ciencia de la metafísica o de la no-ciencia. La epistemología de hoy involucra dimensiones que desbordan completamente el ámbito de la ciencia”, dijo.
En ese sentido, factores aparentemente exógenos a la actividad científica, como el prestigio, la política y la publicidad, deben ser reconocidos como agentes influenciadores.
Otra variable exógena que también afecta el desarrollo de la ciencia es el llamado lugar de enunciación, que no es otra cosa que el sitio desde el cual se produce la ciencia: un continente, un país, una ciudad, una institución.
“Ese lugar de enunciación establece diferenciaciones y jerarquizaciones que inciden sobre la productividad, el financiamiento y la construcción de comunidades”, informó Contreras.
La ciencia debe estar conectada con el lugar de enunciación, pero según el sociólogo de la UCV, “nosotros hemos sido formados para borrarlo, porque el científico debe ser universal y estar desvinculado de su entorno”.