Ciencia y Tecnología

Impacto de gases de efecto invernadero será un problema crítico para África

La obra valida un modelo de predicciones de cómo el aumento de esas concentraciones en la atmósfera terrestre podrían cambiar los patrones de lluvia en una zona altamente poblada y vulnerable del mundo, afirma Peter Clark, paleoclimatólgo de la Universidad Estatal de Oregón

El aumento del dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero impactarán el clima futuro de África como un problema socioeconómico crítico, con implicaciones en recursos hídricos y agricultura, reflejó la revista Science. Un equipo internacional de científicos relacionó en una nueva investigación el incremento de las precipitaciones en dos regiones de África hace miles de años con una elevación de las concentraciones de gases de efecto invernadero.

La obra valida un modelo de predicciones de cómo el aumento de esas concentraciones en la atmósfera terrestre podrían cambiar los patrones de lluvia en una zona altamente poblada y vulnerable del mundo, afirma Peter Clark, paleoclimatólgo de la Universidad Estatal de Oregón.

Los investigadores se centraron en la era después de la última edad de hielo. Cuando las capas de hielo que cubrían América del Norte y el norte de Europa comenzaron a retirarse tras el último máximo glacial hace 21 mil años, hubo una prolongada etapa seca en el centro de África que duró hasta hace 14 mil 700 años, momento en que las precipitaciones crecieron abruptamente.

Ese cambio generó desiertos y se ganó el apodo de Periodo Húmedo Africano, caracterizado por un aumento de lluvia en algunas partes de África tras la última edad de hielo, que duró casi 10 mil años. Las precipitaciones aumentaron en dos regiones separadas, una al norte del Ecuador y otra al sur.

A medida que emergió la Tierra de la edad de hielo, los niveles atmosféricos de CO2 y metano aumentaron significativamente, casi a los niveles preindustriales, hace unos 11 mil años.

Conforme el planeta se calentó, las capas de hielo se derritieron y la afluencia de agua dulce de América del Norte y el norte de Europa empezó a debilitar la circulación termohalina del océano Atlántico, que trae agua cálida desde los trópicos y mantiene Europa templada.

Ese debilitamiento de la corriente del Atlántico trasladó simultáneamente la precipitación del sur hacia el extremo sur de África, y suprimió las precipitaciones en el este del continente y el norte del África ecuatorial durante un largo periodo de sequía.

Cuando se detuvo la fusión de las capas de hielo, la circulación se fortaleció y llevó precipitaciones al norte, lo cual junto con el cambio orbital y el calentamiento de la atmósfera y los océanos por los gases de efecto invernadero desencadenó el Periodo Húmedo Africano.

El estudio proporciona una demostración más de la sensibilidad del clima de la Tierra a pequeños cambios en los gases atmosféricos de efecto invernadero, destacó Clark, profesor de Ciencias de la Tierra, la Atmósfera y el Océano.

El equipo recreó un registro de las condiciones de humedad del pasado al examinar fósiles, recreando antiguos niveles de lagos y otros datos geológicos y climáticos históricos simulados con un modelo climático desarrollado por el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica.

Advierte la autora principal del trabajo, Bette Otto-Bliesner, que el impacto futuro de los gases de efecto invernadero en las lluvias en África es un problema socioeconómico crítico, con implicaciones de gran alcance para los recursos hídricos y la agricultura.

La investigación se centró en la región africana del Sahel hacia el norte, incluyendo Níger, Chad y el norte de Nigeria; y la región ecuatorial del sudeste de África, incluyendo República Democrática del Congo, Ruanda, Burundi, Tanzania y Kenia.

/N.A

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