Hallan un humano descendiente directo de dos especies
El análisis de un hueso encontrado en Siberia en 2012 evidencia que neandertales y denisovanos tuvieron descendencia, según han dado a conocer este miércoles.
El encuentro entre una neandertal y un denisovano hace 50 000 años ha sido descubierto gracias a un resto óseo que perteneció a la hija de ambos hallado en una cueva de Siberia. Estas dos especies habitaron Eurasia hasta que fueron reemplazadas por los humanos modernos hace alrededor de 40 000 años.
La clave de esta relación amorosa prehistórica estaba escondida en un pequeño fragmento de hueso descubierto en la cueva de Denísova, en las montañas de Altái de Rusia, región que fue hogar tanto de una especie como de otra.
Los científicos realizaron un análisis del genoma de la muestra, bautizada como Denisova 11 en referencia al lugar donde fue hallada. Este resto óseo fue encontrado por arqueólogos rusos en 2012 y ha estado siendo analizado en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania), donde el grupo de científicos comprobó que se trataba de un homínido.
“Sabíamos por estudios previos que los neandertales y los denisovanos debían haber tenido hijos en algún momento. Pero nunca pensé que seríamos tan afortunados de encontrar una descendencia real de los dos grupos”, dijo Viviane Slon, antropóloga del Instituto Max Planck de Leipzig y una de las responsables del trabajo que se ha publicado en la revista Nature.
Tanto Denisova 11 como su padre proporcionan una evidencia directa del mestizaje entre neandertales y denisovanos. Eso sí, los autores del estudio subrayan que los dos grupos permanecieron genéticamente distintos el uno del otro, quizás por las limitadas interacciones entre ambos.