Efemérides
Hace 17 años el pueblo venezolano aprobó la nueva Constitución de la República
La Patria de Bolívar celebra este jueves 17 de años de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el programa de la Revolución, forjado por nuestro líder inolvidable, el Comandante Hugo Chávez. La Bolivariana, como se le conoce, es usada como bandera por este pueblo soberano que se reconoció en ella y salió a defenderla en los momentos en que la Revolución se vio amenazada.
La Carta Magna fue aprobada por mandato del pueblo en ejercicio de su Poder Constituyente con 3 millones 301 mil 475 votos a favor del Sí, equivalente al 71,78% del electorado. Ese pueblo elector y soberano decidió poner fin a la llamada democracia representativa, con su marco jurídico excluyente, que fue la impronta de los gobiernos del Pacto de Punto Fijo.
La opción del No tuvo un millón 298 mil 105 votos (28,22%) y fue defendida por las mismas caras que incluso hoy pretenden asumir a la Constitución Bolivariana como su bandera para hacer política.
Se trataba de los mismos voceros de Acción Democrática (AD), Copei y Unión Republicana Democrática, e incluso de voceros que hoy lideran partidos de la más extrema derecha como Primero Justicia; en aquella oportunidad se opusieron al texto porque su promulgación derogaría a la Constitución de 1961, elaborada por el bipartidismo, en la que el pueblo no gozó del protagonismo, la pluralidad y la corresponsabilidad que tiene actualmente.
La nueva Constitución
Desde los inicios de su campaña presidencial en 1998, Hugo Chávez ofreció refundar la República sobre la necesidad de sustituir un ordenamiento jurídico que para el momento estaba alejado de la realidad del país; para Chávez el pueblo de Venezuela necesitaba edificar una sociedad más justa, con igualdad y respeto a los derechos humanos.
El primer paso fue dado por Chávez el 2 de febrero de 1999, en su toma de posesión del cargo, cuando expresó: “Juro delante de Dios, juro delante de la Patria, juro delante de mi pueblo que sobre esta moribunda Constitución impulsaré las transformaciones democráticas necesarias para que la República nueva tenga una Carta Magna adecuada a los nuevos tiempos. Lo juro.”
Ese mismo día, Chávez firma el decreto número 3, con fecha 02-02-1999, para realizar un referendo consultivo al pueblo venezolano, sobre la base de “la imperiosa necesidad histórica de elegir una Asamblea Constituyente para que esta redacte y apruebe una nueva Ley Constitucional que haga posible una democracia verdaderamente representativa y efectivamente responsable y alternativa”.
Con base en el artículo 181 de la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política, el 25 de abril de 1999 se realizó en el país el Referendo Consultivo Nacional para convocar una Asamblea Nacional Constituyente, la cual elaboraría la nueva Constitución.
De acuerdo con el registro histórico del Consejo Nacional Electoral (CNE) el Sí obtuvo una victoria de 3 millones 360 mil 666 votos (87,75%) y el No obtuvo 300 mil 233 votos (7,26%).
Esa Asamblea adquiría poderes para que en un periodo de 6 meses se redactara una nueva carta magna. Los constituyentes serían electos por sufragio directo, universal y secreto, tal como siempre han sido las jornadas electorales en el país.
El 17 de junio de 1999 la sala Político-Administrativa de la Corte Suprema de Justicia ordenó al CNE publicar en Gaceta Electoral de la República de Venezuela los nombres de candidatos nacionales y regionales a la Asamblea Nacional Constituyente. El viernes 09 de Julio de 1999 fue publicado el listado.
De acuerdo al texto electoral, los candidatos estarían acompañados de símbolos, signos, siglas y colores que permitiría identificarlos con la respectiva agrupación, foto de los mismos e información de la profesión u oficio.
Fue una convocatoria abierta en la que, incluso, grupos tribales indígenas podrían volver a escribir la constitución de la nación. Ese precisamente fue uno de los principales elementos que evidenciaban el inicio de un gobierno más justo, lleno y hecho de pueblo.
Una vez instalada la Asamblea, los constituyentes tendrían que discutir con todos los sectores de la sociedad Venezolana, la nueva estructura, principios y artículos de la futura constitución.
La Asamblea se instaló el 3 agosto de 1999. Su misión era elaborar un nuevo Ordenamiento Jurídico Nacional que debía encaminar a la nación por los nuevos esquemas de bienestar social, económico y político.
De acuerdo con las reseñas que hacían los medios impresos para la época, los constituyentes se agruparon en 21 Comisiones Permanentes.
Una vez aprobado el texto, revisado artículo por artículo, la Asamblea nacional Constituyente entregaría el proyecto de Constitución al Ejecutivo Nacional quien se encargaría de convocar mediante decreto un referéndum constitucional para aprobar la Carta Magna. Ese referéndum tuvo lugar el 15 de diciembre de 1999.
Una contundente victoria fue expresión del clamor que hoy se perfila como Estado Comunal. El Sí obtuvo 3 millones 301 mil 475 (71,78%) y el No un millón 298 mil 105 (28,22%).
Amplitud e inclusión
La Constitución de la Cuarta República, consagraba sólo tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El texto, que estuvo vigente por 38 años, no era amplio en lo que respecta a la participación política del pueblo. Como una muestra de inclusión y participación, la propuesta discutida en la Asamblea Nacional Constituyente y basada en el ideario bolivariano, incorporaba al Consejo Moral Republicano, conformado por el Poder Ciudadano y el Poder Electoral.
La nueva Carta Magna planteó la creación de un Estado democrático y social de derecho, basado en la corresponsabilidad del pueblo, con pluralismo, en la gestión de gobierno; lo que se conoce como Poder Popular y le da músculo a la democracia participativa y protagónica.
A partir de la aprobación y promulgación de la Constitución Bolivariana de 1999, inició la aplicación de una serie de políticas que permitieron atender de manera rápida y oportuna el déficit social que confrontaba el pueblo venezolano.
Ese rumbo hacia el socialismo del siglo XXI, que hoy es consigna en las expresiones de lucha del pueblo organizado, ha sido siempre el objetivo de nuestra Carta Magna.