Opinión
Golpe en el aula
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El exclusivo colegio San Ignacio de Caracas suspendió el festival de gaitas de este año “por la situación del país”. No es la primera vez que sectores recalcitrantes eliminan la navidad en Venezuela. Recuerden el sabotaje petrolero de 2002. Hasta los países en guerra o los refugiados celebran sus fiestas. La prohibición de las gaitas, cuando el mismo Papa aboga por el diálogo, es un acto político que nada abona para la solución pacífica de los problemas. Su objetivo es más sórdido.