Fortalecen UCI del Hospital de Guanare
Dos desfibriladores fueron incorporados a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Miguel Oraá, en Guanare, estado Portuguesa, para fortalecer la atención de emergencias cardíacas e incrementar la capacidad de respuesta ante el riesgo de muerte cardíaca súbita.
Los equipos fueron cedidos en calidad de préstamo por dos ambulatorios rurales en los que eran subutilizados, dada la ausencia de pacientes que ameritaran la aplicación de choque eléctrico controlado para salir de paros cardíacos (fibrilación ventricular) y otras arritmias.
“Solicitamos los desfibriladores porque no estaban cumpliendo la función vital en esos recintos y serían de mayor utilidad en la UCI”, informó este martes la jefa del Distrito Sanitario Guanare, Mareyva Hernández.
La desfibrilación es un procedimiento de emergencia y es la única terapia efectiva para el manejo de la fibrilación ventricular. Consiste en la liberación de gran cantidad de corriente al miocardio para producir una homogeneidad eléctrica que lleva a la reanudación del ritmo cardíaco normal.
Hernández indicó que la reubicación de estos equipos optimiza la atención de pacientes críticos en el hospital Miguel Oráa, centro asistencial que atiende la mayor morbilidad en Portuguesa y está ubicado en la zona este de Guanare, capital de la entidad.
Los desfibriladores son aparatos de vital importancia en salas de terapia y cuidados intensivos. Con ellos se suministra una descarga eléctrica oportuna al paciente para terminar con la fibrilación ventricular, que es la forma más prevalente del paro cardiaco.
Si se logra instaurar un tratamiento de emergencia en el primer minuto, la tasa de sobrevivencia es mayor de 90%, mientras que por cada minuto de retraso en la desfibrilación la posibilidad de sobrevivir disminuye en 10%, aproximadamente.
