Ferrari repite órdenes de equipo
Mismo escenario, Hockenheim (Alemania), mismo equipo Ferrari, misma situación, el piloto que va detrás es más rápido que el que va delante, que no se deja pasar aún a sabiendas que el caballo ganador es el que viene volando a su espalda.
Han pasado ocho años de aquel famoso "Felipe, Fernando is faster than you" (‘Felipe, Fernando es más rápido que tú’), que dio la vuelta al mundo y dejó claro para Felipe Massa que Fernando Alonso, recién aterrizado en la Scuderia, era el caballo ganador para Maranello.
El pasado domingo fue parecido, aunque con un mensaje no tan directo, entre Kimi Raikkonen y Sebastian Vettel. "Tenéis estrategias distintas y estáis consumiendo neumáticos de forma innecesaria, así que nos gustaría que no ralentizaras a Seb, que puede ir más rápido", fue el mensaje al finlandés, peor colocado que el alemán en la pelea por el título, aunque no demasiado lejos aún."Si lo que me quieres decir es que le deje pasar, dímelo directamente", fue la contundente respuesta de Raikkonen que ya es perro viejo y quería hacer evidente para todos los aficionados lo que Jock Clear, su ingeniero, trataba de esconder en una fantasía dialéctica típicamente británica.
Entonces fue Rob Smedley al que le tocó tragar aquél sapo, porque las órdenes de equipo entonces estaban prohibidas (en 2011 se volvieron a permitir). Las usaban todos, Ferrari en 2007 y 2008 en Brasil con Kimi y Massa cediéndose el puesto para pelear por el título, o McLaren con Hamilton y Kovalainen (2008) intercambiando plazas para que el inglés sumara alguno más.
Pero el adelantamiento de Hockenheim fue muy sonoro, sin flema y además Massa hizo evidente que le ordenaban ceder su posición. El incendio fue mayúsculo.
"Fue difícil porque se trató de un punto de inflexión en el que Massa entendió en qué piloto se centraban en Ferrari en ese momento. Creo que una vez Felipe lo entendió todo, le fue difícil recuperarse", reconoció Smedley años después, una vez ya en Williams. "Nunca estuve de acuerdo con la orden. Creo que era un error, lo dejé claro en mi mensaje y eso me creó problemas dentro de Ferrari. Pero creo que había mejores formas para ejecutar la orden. No era una carrera de final de temporada. Estábamos a mitad de la campaña. Por eso le costó tanto aceptarlo y lidiar con ello", recuerda.
Fernando, que estaba mejor posicionado en el campeonato, como el domingo lo estaba y lo sigue estando Vettel en el actual, pedía entonces por radio que era más veloz y que estaba perdiendo un tiempo valioso tras Massa, que se defendía con uñas y dientes de las embestidas del español. El pasado domingo Sebastian bramaba: "Mirad mis neumáticos, ¿los veis? no sé a qué estáis esperando". Y llegó el mensaje directo que Kimi, siempre solícito, aceptó con cierta retranca, pero sin problemas, que para eso está su renovación en juego.
El caso es que casi una década después, con nuevos motores, tecnologías, pilotos, directivos, ingenieros y estrategas, con nuevos reglamentos, sin Ecclestone y Mosley, con Carey y Todt, Ferrari sigue siendo la misma: apuesta al mejor porque entiende que es la manera de ganar. Y Mercedes, que también juega el papel de purista mientras que puede, como todos, también soltó un "Valtteri, guarda la posición con Hamilton", para que dejara tranquilo a Lewis y no comprometiera una victoria que le daba el liderato en el Mundial de F1 más apretado de los últimos años.