Salud

Estos son los últimos avances para tratar el cáncer de seno

Científicos del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental (NIEHS), de Estados Unidos están realizando estudios a corto y mediano plazo, para detectar y tratar a tiempo el cáncer de seno, así como métodos novedosos que buscan mejorar la calidad de vida de los pacientes y sobrevivientes de esta enfermedad.

Los científicos se enfocan en descubrir factores y hábitos, así como genes hereditarios, que afectan el riesgo de padecer cáncer de seno. A continuación le presentamos algunos avances en las investigaciones clínicas.

 

Variaciones genéticas

Las pruebas clínicas buscan variaciones genéticas comunes en el cuerpo humano que desarrollen esta enfermedad, por ejemplo pequeños cambios en los genes que no son tan importantes como las mutaciones, que pueden afectar el riesgo de padecer cáncer de seno.

Reducción del riesgo de cáncer de seno

Se están estudiando suplementos dietéticos para saber si pueden reducir el riesgo de cáncer de seno. Éstos han incluido extracto de semilla de uva, folato, ácidos grasos omega-3 y vitaminas B6 y B12. Aunque algunos de los estudios realizados en humanos de estos suplementos han finalizado.

La fenretinida, un medicamento relacionado con la vitamina A, también está siendo estudiado con el fin de reducir el riesgo de cáncer de seno. En un estudio de poco alcance, este medicamento redujo el riesgo de cáncer de seno tanto como el tamoxifeno.

Nuevos métodos

Los investigadores están implementando el uso de computadoras y métodos estadísticos para calcular las probabilidades de que el carcinoma ductal in situ, el cáncer de mama más común en las mujeres se convierta en invasivo.

Por otro lado están las terapias dirigidas, estas conforman un grupo de medicamentos más nuevos que ejercen su acción específicamente en los cambios genéticos de las células cancerosas que les ayudan a crecer o a propagarse.

De igual forma, se encuentra la Imaginología Molecular del Seno, o (Gammagrafía mamaria), una técnica donde se inyecta en una vena un trazador ligeramente radiactivo que se une a las células del cáncer de seno, y luego se utiliza una cámara especial para detectarlas.

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