Este miércoles se celebra Día de Santa Lucía
La Santa se conoce como la protectora de la vista, también gracias a su mismo nombre: Lucía llega del latín Lux (luz)
Cada 13 de diciembre se celebra, en varias partes del mundo, el Día de Santa Lucía, mártir cristiana, que padeció durante la persecución del emperador italiano Diocleciano, que hoy es venerada en la iglesia católica, ortodoxa y luterana, de acuerdo con las investigaciones realizadas.
Se le representa llevando en la mano derecha la palma de la victoria, símbolo del martirio, y en la izquierda los ojos que le fueron arrancados.
Su historia
Lucía era una joven de noble y rica familia de Siracusa (una ciudad en la región Sicilia, en el Sur de Italia) en los años de las persecuciones de cristianos bajo el emperador Diocleciano, en 304 d.C.
Estaba comprometida en matrimonio con un pagano, pero para cumplir con una promesa hecha a Santa Agata, Lucía decidió no casarse (la promesa era que si la santa sanaba a su madre, ella no se habría casado, sino que habría dedicado su vida al cristianismo y a los pobres).
El novio no aceptó su rechazo y la denunció ante el procónsul Pascasio como cristiana; denuncia por la cual la joven fue torturada y asesinada: justo el 13 de diciembre se celebra, según dice la tradición, el día de su martirio.
Cuando Lucía fue arrestada bajo la acusación de ser una cristiana, Pascasio le ordenó sacrificar a los dioses.
Entonces ella dijo: “Sacrificio puro delante de Dios es visitar a las viudas, los huérfanos y los peregrinos que pagan en la angustia y en la necesidad, y ya es el tercer año que me ofrecen sacrificios a Dios en Jesucristo entregando todos mis bienes”.
Irritado Pascasio por lo que dijo Lucía, ordenó a sus soldados a que la llevaran a un lupanar para que la violaran y luego se dirigió a Lucía diciéndole: “Te llevaré a un lugar de perdición así se alejará el Espíritu Santo”.
Los soldados la tomaron para llevársela, pero por más que se esforzaban no podían con ella, probaron también atarla con cuerdas, en las manos y en los pies, pero por más que se esforzaban no podían.
Inexplicablemente la muchacha permanecía rígida como una gran piedra.
Pascacio al enterarse de lo sucedido, acusa a Lucía de brujería y por esa razón fue llevada a la hoguera, pero el fuego no le hizo daño alguno.
Al ver esto, ordenó a que le sacaran los ojos, pero a pesar de estar ciega siguió viendo. Pascasio furiosamente la condenó a ser decapitada.
La Santa se conoce como la protectora de la vista, también gracias a su mismo nombre: Lucía llega del latín Lux (luz).
El culto a la santa, antes localizado en la sola Sicilia, se difundió por toda Italia y Europa, y hoy en día está muy vivo en los países del Norte, donde ella se conoce como “la que lleva la luz”.