Entrenamiento completo para tonificar y tener un famoso ‘trasero de durazno’
No me dejarás mentir, pero cuando vemos a una mujer con los glúteos voluminosos y bien redondeados lo primero que nos preguntamos es cuántas horas se la pasará en el gym y la rutina que hace para tener ese ‘cuerpo de Amazona’, pero qué crees, no te la tienes que pasar todo el día en el gimnasio para lograr un trasero de envidia, sólo necesitas un entrenamiento completo para lograr el famoso ‘trasero de durazno’.
Los glúteos son los músculos más grandes del cuerpo y ejercitarlos no sólo nos aumentará la confianza al llenar de la retaguardia esos jeans que tanto nos gustan, sino también, unos glúteos fuertes y trabajados nos ayudan a mejorar la postura, cuidar la columna y proteger la espalda baja de lesiones. Entra a la fotogalería que preparamos para ti y apréndete la rutina con la que lograrás unos glúteos de envidia.
Antes de que comiences a moldear tus glúteos con esta eficaz y poderosa rutina, te doy algunos consejos indispensables para lograr unas nalgas de acero en tiempo récord.
3 consejos para tonificar los glúteos sin fallar en el intento:
Agrega pesas a tu rutina para potenciar los resultados, esto ayudará a trabajar los glúteos con más intensidad y quemarás calorías más rápido, puedes colocar la barra sobre tus hombros, colocar peso en las piernas o sostener pesas al hacer sentadillas.
No aceleres tus rutinas por terminar rápido, los músculos deben contra con el tiempo suficiente para contraerse y esforzarse, si entrenas rápido no lograrás los resultados que esperas.
Las mujeres tendemos a almacenar más grasa corporal en las caderas y los muslos, por ello, para tonificar más rápido los glúteos, te recomiendo dedicarle 3 días a la semana a las máquinas de cardio de 20 a 40 minutos por sesión.
Te lo prometo, si eres constante y realizas bien el entrenamiento que te mostramos en las imágenes de la fotogalería aproximadamente en dos meses comenzarás a ver los primeros resultados y de seis a ocho meses tendrás el famoso ‘trasero de durazno’, ¡sí se puede, sí se puede!
