Enmanuel De Jesús y el viaje hacia su debut en las mayores

El carabobeño Enmanuel De Jesús inició el 2023 con un objetivo a la vista: hacer lo posible para demostrarle a los Marlins de Miami que estaba listo para pitchar en grandes ligas; sus breves actuaciones en el spring training y el gran performance en el Clásico Mundial de Béisbol parecían apoyar esa premisa.

Sin embargo, al no estar en el roster de 40 el zurdo fue asignado a Triple A donde había pasado toda la temporada, hasta el pasado jueves 7 de septiembre. Su equipo, el Jacksonville Jumbo Shrimp, había tenido una jornada vespertina como visitante por lo que el descanso posterior fue más temprano de lo habitual. Al encontrarse en el hotel en horas de la noche recibió una llamada que por poco no contesta, pero luego de hacerlo se dio cuenta que era la más importante que había recibido hasta el momento.

“Al atender me di cuenta que era el manager del equipo Triple A dándome la noticia que me iba a grandes ligas”, contó el valenciano entre risas y alegría.

“Imagínate, me sentí muy emocionado, era un momento que estuve esperando por muchos años durante mi carrera, y gracias a Dios se dio la oportunidad de cumplirlo”.

Las próximas horas a esa llamada fueron una montaña rusa de emociones para el zurdo de 26 años, desde que salió rumbo a Filadelfia para incorporarse a los Marlins, hasta ya enfundarse el uniforme y estar disponible desde el bullpen para cuando le solicitaran ingresar al juego.

 La gran oportunidad

Cuenta que estaba bastante ansioso, esperando como niño que quiere recibir el mayor regalo que pueda existir, pero en ese primer juego el día viernes no se dio la oportunidad de entrar en acción. Pero al día siguiente, el sábado 9 de septiembre, finalmente llegó el momento de hacer su debut y allí su enfoque se atinó.

“Ya por la mente no me pasaba nada más que competir, hacer mi trabajo, creo que el Clásico Mundial fue una muy buena experiencia que me preparó de cara a este escenario y la verdad me sentí bastante bien en el montículo”, expresó De Jesús.

Cuando se montó en la loma en la baja del cuarto episodio con dos outs, el joven lanzador se dio cuenta que tenía enfrente a un hueso difícil de roer como su primer rival, el poderoso Kyle Schwarber quien apenas un turno antes había desaparecido la pelota por todo el jardín central. Aún así, el venezolano mantuvo la compostura y el temple, y aunque lo llevó a cuenta máxima pudo dominarlo por la vía 31 para terminar el inning.

“Enfrenté a un primer bateador como Schwarber pero los resultados fueron positivos, gracias a Dios. Luego de tenerlo en tres y dos le tiré un sinker adentro y pude dominarlo con ese rolling a primera”, detalló el neo ligamayorista.

Luego, en el quinto episodio tuvo ciertos problemas de descontrol y llenó las bases con boleto a Trea Turner, pelotazo a Bryson Stott y hit de Brycer Harper, y luego de dominar a los próximos dos rivales cerca de concretar un buen cero, recibió un doble de Brandon Marsh que barrió las bases. Al final, su línea fue de 4.1 innings de labor con dos hits permitidos, esas tres carreras, par de boletos y tres ponches.

A pesar de esas anotaciones que recibió, De Jesús confesó estar satisfecho con el trabajo que hizo.

Ahora, Enmanuel sigue enfocado en hacer el mejor trabajo posible dentro del cuerpo de relevistas del equipo dirigido por Skip Schumaker, y aunque sabe que su estancia en la gran carpa puede alargarse, no olvida sus ganas de jugar con la nave esta temporada.

“Esos son los planes, estar con Magallanes este año. Los Marlins están peleando por un puesto en los playoffs, así que tendría que esperar que terminen mis compromisos acá, pero la idea es incorporarme lo más temprano posible”, concluyó