“En mi corazón no hay espacios para el rencor”
A propósito de las medidas de libertad otorgadas a varios políticos presos, Carolina Dávila, una de las víctimas de la violencia propiciada por estas personas, aseguró que está de acuerdo con los anuncios del presidente Nicolás Maduro.
Señaló que lo primordial es no generar odios ni rencores y aseveró que apoya al Jefe de Estado en su intención de promover un diálogo franco con todos los sectores que hacen vida en el país, para llegar a un entendimiento y al respeto entre todos los venezolanos.
“En mi corazón no hay espacios para el rencor; eso lo aprendí del Comandante Hugo Chávez y del presidente Nicolás Maduro, por eso no solo apruebo esas medidas, sino que extiendo mi mano a favor de la paz”, apuntó.
Recalcó que los hechos terroristas ocurridos en el Táchira entre el 2014 y el 2017 no deberán ser olvidados, aunque ello no quiere decir que no se debe perdonar a los autores intelectuales y materiales de esa serie de hechos que atentaron contra la vida de la ciudadanía.
Dávila instó a los venezolanos a resolver las diferencias de pensamiento por medio del diálogo, porque solo así se consigue el entendimiento, sin fracturar la hermandad que debe reinar en la sociedad.
También sostuvo que la población no debe caer en el juego de la separación que algunos factores internacionales quieren sembrar en el país, para generar controversias y alterar el llamado a la paz que mantiene el presidente Nicolás Maduro.
Carolina Dávila fue atacada aproximadamente a la 1:20 de la tarde, del día 03 de marzo de 2016, cuando se movilizaba por las adyacencias de la Universidad Católica en San Cristóbal, para dirigirse a una clínica privada a realizar una inspección, para la posterior entrega de un cupo de combustible, en el marco del plan de administración de carga de energía eléctrica que regía para el momento.
“Nos secuestraron, un muchacho junto con varios encapuchados y allí le prendieron fuego a la camioneta, mientras que la compañera que estaba conmigo en ese momento y yo emprendimos una huída veloz; allí nos siguieron y nos tuvieron secuestradas en un restaurant cercano a la universidad”, explicó.