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En Chile: Un torturador de la dictadura paga $75.39 y sale libre
Ayer la Corte de Apelaciones de Valparaíso decretó la libertad provisional del excoronel del Ejército, Cristián Labbé, luego de que el pasado miércoles fuera detenido por los delitos “detención ilegal, aplicación de tormentos y secuestro con grave daño” en contra del dirigente de la pesca artesanal sanantonino, Cosme Caracciolo, en el campo de concentración de Rocas de Santo Domingo en 1975.
En conversación con el portal El Ciudadano, Caracciolo se refirió a la salida de Labbé desde el Regimiento Maipo de Playa Ancha, en Valparaíso, la que consiguió pagando la suma de 50 mil pesos, equivalente a 75,39 dólares americanos. “Esa fianza no lo hace inocente”, apunta, planteando sin embargo que “ahí se ve la diferencia de la justicia en nuestro país. A algunas personas no les dan ni siquiera el derecho a pagar fianza y este que es un criminal que cometió delitos de lesa humanidad, paga cincuenta mil pesos y sale libre”.
El sanantonino recuerda que, por ejemplo, en los casos contra comuneros mapuche en el sur “cuando se investiga pasan años y la gente está tras las rejas, mientras que en este caso este señor anda libre como un ciudadano cualquiera, en medio de los ciudadanos honestos”. “Este es un criminal y debería estar preso como cualquier delincuente, y para prevenir que atente en contra de otras personas”, advierte, añadiendo que “no debería estar en la calle, porque es un peligro para la sociedad”.
La decisión de otorgar la libertad al exDINA, dice Caracciolo, muestra que “la justicia está incumpliendo y nos damos cuenta cada vez más que tenemos una justicia para pobres y otra para ricos”.
“Lo que hizo al golpearme fue dar una clase de tortura”
El dirigente profundiza en aquellos días en que estuvo detenido en Rocas de Santo Domingo y recuerda que “los guardias, los celadores que nosotros teníamos, lo miraban como un superior y como un ejemplo al señor Cristián Labbé”. Caracciolo agrega que escuchó en más de una oportunidad decir que “Labbé sí sabía hacer las cosas y las cosas que ahí se hacían era justamente torturar a las personas que habíamos”.
“Si hablaban eso era porque Labbé era un buen torturador y un buen ‘profesor’”, advierte.
Respecto de esto último, el sanantonino insiste en algo que ha venido sosteniendo respecto del exinstructor de agentes de la DINA. “Lo que hizo conmigo al golpearme fue dar una clase de cómo se debía tratar a personas que pensaban en forma distinta. Fue una clase de tortura que les hizo a los militares que estaban en ese momento a su lado y al lado mío”, señala.
