El Túpiro de nuestra amazonía es un excelente antioxidante
Reconocido en lengua indígena como la cocona, la rica fruta el Túpiro es una especie fanerógama originaria de Sudamérica tropical y perteneciente a la familia Solanaceae. Se la cultiva en varios países, de sabor agradable y con interesantes propiedades nutritivas con el que se elaboran jugos, néctares, mermeladas, dulces, compotas y, en ocasiones, para su consumo en fresco.
La conocí a través de nuestra chef Lucía Quero, quien dirige la Fundación Sabores Aborígenes, la cual procura el rescate y conocimiento de nuestros productos naturales, de todas las etnias de nuestro país. Motivado por ésta plausible experiencia, me uno a ésta gran causa.
Para realizar ésta nota, seleccioné para mi investigación los archivos de la biblioteca de la Universidad Central de Venezuela, sobre un estudio llevado a cabo por la unidad de investigación Análisis de Alimentos, Facultad de Farmacia, universidad Central de Venezuela en cuáles extraje la mayor parte de la documentación, para desarrollar éste contenido. Mi intención, dar a conocer lo mejor de nuestra tierra en materia culinaria, turística y gastronómica…
Esta es una planta de crecimiento rápido, al principio herbácea y luego semileñosa. Mide de 80 cm a 2 m de altura. Los tallos son cilíndricos con etapas de pubertad dura y grisácea, ramifica desde cerca del suelo, tiene ramas robustas y hojas simples, alternas, de 30 cm × 26 cm., de margen ondeado o serradas con cara superior cubierta de pelusa dura y blancuzca. La inflorescencia es axilar en racimos. Sus flores son más grandes que las de la papa, miden de 4 a 5 cm de diámetro, con cáliz de cinco sépalos duros, triangulares; corola con cinco pétalos de color blancuzco o ligeramente amarillo a verde claro.
El fruto varía desde casi esférico u ovoide hasta ovalado, con 4 a 12 cm de ancho y 3 a 6 cm de largo, peso entre 24 y 250 g, color desde amarillo hasta rojizo. La cáscara es suave y rodea la pulpa o mesocarpio, grueso, amarillo y acuoso. Se parece a un tomate manzano. Su coloración amarillenta con pinceladas anaranjadas, hasta el rojo incandescente. Algunos estudios han demostrado que comiéndolas o tomando su jugo regularmente baja al colesterol, similarmente a las naranjas, pero con un efecto más acentuado.
La propagación se da tanto en forma sexual (semillas) como asexual (estacas, injertos). La propagación por semilla botánica, es la metodología más sencilla; los frutos contienen de 1200 -1400 semillas por fruto con un peso total de semillas de 3,2 g. Se siembran las semillas en almácigos bajo sombra, regando la semilla en surcos corridos, en cajones de 1 x 1 x 0,2 m con sustrato de aserrín húmedo descompuesto y desinfectado, y cubrirlos con 0,5 cm del mismo sustrato.
La germinación ocurre 15-30 días después de la siembra. Cuando las plántulas desarrollan 4 hojas, están listas para el repique directo a bolsas plásticas, conteniendo sustrato mezclado de tierra negra, arena y materia orgánica descompuesta en la proporción 1:1:1. Transcurridos 2-3 meses del repique, las plantas alcanzan 20-25 cm de altura y están listas para al trasplante al campo definitivo.
La propagación asexual o vegetativa se realiza por estacas e injerto. El primer método utiliza estacas semi-leñosas de 1 cm de diámetro por 30 cm de largo, y consiste en colocar las estacas lo más inclinada posibles, sobre sustrato de aserrín húmedo descompuesto y desinfectado, a fin de asegurar el enraizamiento rápido y el brotamiento efectivo. La producción empieza a los seis meses del trasplante, con fructificación continúa durante uno a dos años. Las plantas requieren de buena radiación solar durante el período de fructificación.
Plantas con frutos pequeños (25 a 40 g) producen entre 119 y 87 frutos; plantas con frutos medianos (40 a 60 g) producen entre 95 y 83 frutos y plantas con frutos grandes (141 a 215 g) producen entre 39 y 24 frutos.
Sus propiedades de extraordinario antioxidante, fueron determinadas a través del contenido total de compuestos fenólicos, os fenoles o compuestos fenólicos según Wikipedia, son compuestos orgánicos en cuyas estructuras moleculares contienen al menos un grupo fenol, un anillo aromático unido a al menos un grupo funcional. Los compuestos fenólicos de las plantas son un grupo heterogéneo de productos con más de 10.000 compuestos. Algunos son solubles en solventes orgánicos, otros son glucósidos o ácidos carboxílicos y por lo tanto solubles en agua, y otros son polímeros muy grandes e insolubles.
La actividad antioxidante del Túpiro, se obtuvo según los investigadores en muestras de tres variedades de frutos de túpiro, Solanum sessiliflorum Dunal, provenientes del Amazonas venezolano. Se evaluaron por separado, las pulpas contentivas de piel y las semillas de cada una de las tres variedades. Se realizó una extracción sólido-líquido con una mezcla de solventes para evaluar los polifenoles totales y la actividad antioxidante.
El contenido de polifenoles totales, evaluados por el método espectrofotométrico de Folin- Ciocalteau, de las semillas de las tresvariedades estuvo en el orden de 557 a 788 mg equivalentes de ácido gálico (EAg)/100 g de muestra seca y las pulpas entre 1031 a 1392 mg equivalentes de ácido gálico (EAg)/100 g de muestra seca.
Todos los extractos mostraronuna buena capacidad antioxidante utilizando el método del radical Dpph• (1,1-difenil-2-pricril-hidracil). Hubo una buena correlación entre el contenido de polifenoles y la actividad antioxidante (r= 0,9156). los frutos de Solanum sessiliflorum Dunal, podrían constituir en una fuente promisoria para obtención de alimentos funcionales, con beneficios terapéuticos en la prevención de enfermedades asociadas al estrés oxidativo.
En vista de las cualidades terapéuticas atribuidas a los frutos de Solanum sessiliflorum Dunal, y la poca o inexistente información del contenido compuestos fenólicos y de la capacidad antioxidante de los frutos cultivados en la región del Amazonas venezolano, el objetivo del presente estudio fue determinar el contenido de polifenoles totales y la actividad antioxidante de tres variedades de frutos los frutos de Solanum sessiliflorum Dunal mostraron una elevada actividad antioxidante, por lo que podrían constituir una fuente promisoria para la obtención de alimentos funcionales, con beneficios terapéuticos en la prevención de enfermedades asociadas al estrés oxidativo.
Se hace necesario ampliar las investigaciones en la evaluación de otros compuestos bioactivos, tales como vitaminas y fibra, que pudiesen contribuir a los beneficios antes señalados.