El Porteñazo abrió la perspectiva cívico-militar aplicada por Chávez
Los exguerrilleros Fernando Zago y Angel Suzzarini, participantes civiles del Porteñazo, coincidieron en afirmar que con este y los demás alzamientos militares de 1962 obtuvieron una gran enseñanza
Este 2 de junio se cumplen 54 años del Porteñazo, el alzamiento militar que se realizó en la Base Naval “Agustín Armario” de Puerto Cabello, con la participación de civiles y oficiales de la marina que buscaban concretar un gobierno revolucionario formado por gente del sector castrense y de las fuerzas populares para llevar adelante una revolución, dando lugar a un movimiento de carácter cívico-militar.
Así lo expusieron los exguerrilleros Fernando Zago y Angel Suzzarini, participantes civiles del Porteñazo, quienes coincidieron en afirmar que con este y los demás alzamientos militares de 1962 obtuvieron una gran enseñanza:
“Aprendimos, ese conocimiento que fue aplicado por Chávez en la conducción de su movimiento patriótico: la única forma de tomar el poder en este país y de preservar un proceso de cambios en Venezuela es la alianza cívico-militar”
EL CARÁCTER CÍVICO MILITAR
Hay que recalcar que ese movimiento de Puerto Cabello tenía tres jefes militares: el Capitán de Navío Ponte Rodríguez, el Capitán de Fragata Medina Silva y el Capitán de Corbeta Víctor Hugo Morales, y tres jefes de carácter civil: uno que venía de las filas de URD, que es Manuel Quijada; un miembro del Partido Comunista que es Germán Lairet y un representante de la burguesía progresista asociada al PCV, que es Gastón Carballo. Era la jefatura político militar de ese movimiento.
Fernando Zago destaca que el carácter cívico militar es posible porque a diferencia de otros países en el continente, las Fuerzas Armadas venezolanas se caracterizan por ser de extracción popular.
POR QUÉ SE PRODUCE
Los dos guerrilleros manifestaron que el Porteñazo y otros alzamientos militares de 1962 se dan en respuesta a la liquidación que estaba aplicando Rómulo Betancourt a los logros democráticos alcanzados el 23 de enero de 1958 cuando se derriba la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, tras un trabajo hecho conjuntamente entre civiles y militares.
Suzzarini comenta: “Había una situación de gran agresividad de parte de Rómulo Betancourt quien desde que llega al gobierno dice que ‘hay que aislar y segregar a los comunistas’, pero gran parte de la oficialidad que viene de la lucha contra Pérez Jiménez, ha estado en contacto con el Partido Comunista y con la militancia de AD que va a ser más adelante el Movimiento de Izquierda Revolucionaria”.
“La mayoría de estos militares no llegaba a los 40 años, eran muy pocos los generales que había, y Betancourt empieza a disgregarlos: nombra embajadores a los que tienen mas liderazgo para sacarlos de la fuerza armada, empieza a cambiar mandos y a colocar gente que estuviera mas allegada a él, a crear cuerpos represivos, abrir cárceles, y a crear bandas armadas dentro de las filas de Acción Democrática, incluso gente que era de su entorno, con problemas económicos, de vivienda, etc, era llamada a enrolarse para reprimir al pueblo”.
Pero además Betancourt , que a través de políticos de Costa Rica, como Pepe Figueres, y de Puerto Rico, había llegado a hacer contacto con altos personeros gringos, venía con todo un programa diseñado por los yanquis acerca de la política que se debe aplicar si quiere gobernar, porque si no, no le iban a dar el apoyo que le dieron desde el primer momento.
“A la par, había una situación mundial y continental, la Guerra Fría, que fundamentalmente coloca a la Unión Soviética contra los Estados Unidos. Betancourt se declara anticomunista, y viene a representar en Latinoamérica el regente del patio trasero de los norteamericanos, como llamaba EEUU a América Latina”, añade Zago.
EL OBJETIVO
El objetivo del Porteñazo era derrocar a Rómulo Betancourt. Dentro de la acción se da esa unión cívico militar. “El movimiento que se iba a iniciar ahí era para todo el país, porque estaban comprometidos gran cantidad de batallones de todas las fuerzas a nivel nacional. El Porteñazo y el Carupazo correspondían al acto de inicio de algo mucho mayor que llevaría a constituir un gobierno revolucionario.
Puerto Cabello está enmarcado dentro de una concepción de los revolucionarios desde la época de la lucha contra Pérez Jiménez y de la oficialidad que no está de acuerdo con la política de Betancourt, que coinciden en derrocar a Betancourt para buscar una forma de gobierno, que estos militares denominaron de Recuperación Democrática.
CÓMO OCURRIERON LOS HECHOS
“El alzamiento se da, pero es un movimiento que queda aislado, que se ha dicho que está develado desde antes de que se realice. Se alza parte de los efectivos de la Base Naval Agustín Almario de Puerto Cabello, y nosotros, guerrilleros llegados desde diferentes cárceles del país, estábamos presos en el Castillo Libertador. La gente que dirige el alzamiento nos libera y nos incorpora a las luchas que se daban”.
“La parte civil son combatientes que venían de otras regiones con una relativa incorporación de personas de Puerto Cabello. La gente del pueblo era solidaria con los que estaban combatiendo, pero no todo el pueblo se incorporó”.
“Los adversarios sobrevuelan en aviones de combate, el equipamiento aéreo del momento que tenía la Fuerza Aérea, los llamábamos F86, los “Vampiro” y otros, que derriban la antena transmisora de la estación de radio Puerto Cabello, que se encontraba transmitiendo las proclamas del alzamiento”.
“Disparan unos cohetes dirigidos a donde estaba la gente insurgente, hacia donde estábamos nosotros, pero como se comenta recientemente “con la intención de no hacer blanco”, pues habiendo tumbado de un disparo la antena, sus cargas pasaban siempre por encima de los objetivos humanos, es decir, no quisieron hacer ese daño. Sin mucha información al respecto se dice que muchos de los tripulantes de esos aviones eran gente que estaba comprometida con el alzamiento y no pudo incorporarse”.
“Hubo encuentro sangrientos, como el famoso Encuentro de La Alcantarilla; se dio la penetración de los tanques, que cañonean el hospital del Seguro Social; los aviones, actúan mas disuasivamente que ofensivamente. Muchos encuentros se dieron al siguiente día, cuando los adversarios entraron a tomar la base, pues hubo resistencia en las calles de la ciudad y posteriormente hubo una represión fuerte”.
“Estando escondidos en una letrina, tuvimos ocasión de ver de lejos como fusilaban personas. Los altavoces llamaban a los infantes de marina a que se rindieran echándole la culpa de la sangre derramada a los guerrilleros, que éramos nosotros, presos políticos traídos por el gobierno desde diferentes cárceles del país a sufrir el rigor del viejo castillo a donde iban a morir los rebeldes en este país”.
“Entre los captores hubo de todo: unos se lucieron positivamente, otros negativamente; unos eran muy decentes, otros sumamente crueles como aquel famoso Capitán Galavís Collazo”.
“Fuimos todos llevados a una sola fosa, cavidades por debajo del nivel del mar en el castillo, donde habíamos mas de 40 hombres, desnudos, porque nos desnudaron, nos dieron una lata de agua y de ahí bebíamos. Como a los tres días nos dieron un pescado podrido, que nunca olvido, que nos provocó una gran diarrea”.
“Fue una gran represión por parte de los cuerpos policiales. Los jefes alzados fueron hechos prisioneros dentro de la base, porque no reprimieron, ni encerraron en calabozos a los mandos de la plaza que habían capturado, simplemente los mantuvieron dentro de ella, y hubo un oficial dentro de la base, que logra ponerlos en libertad”.
La noche del alzamiento, que fue un sábado, se estaba esperando un posible apoyo, aunque ya entre la medianoche y la madrugada del domingo, se sabía que no llegaría.