El estrés puede provocar un infarto
Uno de los mayores riesgos para sufrir un infarto es el estrés. De acuerdo con expertos, el estrés puede provocar un infarto.
Se ha comprobado científicamente que el estrés tiene una conexión directa con los ataques al corazón. Estudios recientes realizados por investigadores de la Universidad de Harvard, la amígdala es la que mantiene esta conexión.
Las investigaciones revelan que cuando existe una gran actividad en la amígdala, se manifiestan alteraciones cardiacas y por esa razón el estrés puede provocar un infarto.
La amígdala envía señales a la médula ósea para producir más glóbulos blancos y estos actúan de manera directa en las arterias provocando que se inflamen, por esa razón el estrés puede provocar un infarto.
Actualmente, el porcentaje de personas que han sufrido un ataque cardiaco provocado por el estrés ha aumentado un 7.5%.
Es importante aprender a controlar el estrés, sobre todo si tienes antecedentes de problemas en el corazón.
Las emociones se reflejan en nuestro cuerpo y el estrés puede provocar un infarto.
