El divorcio
El país político ajeno y centrado en sus luchas intestinas, se distancia y se le dificulta interpretar, representar y atender las necesidades e intereses del país nacional
Tal como hemos señalado en trabajos anteriores, observamos un divorcio entre dos países que no dialogan, quizá ni se reconocen y suelen reencontrarse en coyunturas electorales…Se profundiza la distancia entre el país político y el país nacional, distinción acuñada hace más de 60 años por Jorge Eliécer Gaitán para referirse a la realidad de su país, Colombia.
En nuestro caso, el país político continúa centrado en la confrontación “a muerte” entre las dos fuerzas políticas, Gobierno-oposición; en la pugna entre poderes y en el referendo revocatorio presidencial. Recientes cambios en el Gabinete desatan interpretaciones, afirmándose que “recrudecen las tensiones” entre el ala dogmática y el ala reformista al interior del Gobierno. Líderes de la MUD reaccionan contra la presentación de la presidenta del CNE, rechazan el cinismo de Lucena y el sector oficial saluda su profesionalismo. La Mesa de la Unidad Democrática demanda fijar fecha del referendo y el PSUV riposta “ni en 2016 ni en 2017 habrá revocatorio”. Las dos fuerzas políticas, PSUV y MUD, anuncian movilizaciones de masas “para buscar apoyo”. El chavismo en respaldo al gobierno y la oposición para el referendo hacia la “toma de Caracas”. Constituyentes de la Patria “a la calle” en defensa de la Constitución Nacional.
El país político ajeno y centrado en sus luchas intestinas, se distancia y se le dificulta interpretar, representar y atender las necesidades e intereses del país nacional. Crece la apatía hacia “la política”; se incrementa la indiferencia ante las pugnas y confrontaciones que desgastan al “país político”; se esfuma la legitimidad y la credibilidad hacia el discurso político. La pasión política pertenece a tiempos lejanos. Se asiste a una despolitización de la sociedad.
Se imponen los intereses individuales y, sin embargo, la lucha por la sobrevivencia reclama centralidad en la discusión social. Curiosamente ello promueve un renacer de la capacidad de reflexionar sobre la vida en comunidad, sobre el espacio vecinal. Desde las necesidades individuales, y en desmedro de las diferencias políticas, se produce un reconocimiento y un reencuentro vecinal para atender necesidades comunes, tales como problemas de abastecimiento y ambientales.
Con independencia del país político, ¿se estará engendrando un proceso de repolitización?
@maryclens
/N.A