Ciencia y Tecnología

Ecologistas alertan sobre liberación de moscas transgénicas en España

Ante la denuncia de la organización ecologista Greenpeace, fuentes del Ministerio de Agricultura dijeron a la publicación especializada Materia que la solicitud está en manos de la Comisión Nacional de Bioseguridad, que evaluará el riesgo

Un proyecto de utilización de moscas transgénicas para combatir una plaga del olivo en España enfrenta este jueves la resistencia de ecologistas, por considerarlo un experimento peligroso que convertirá Europa en un laboratorio.

Ante la denuncia de la organización ecologista Greenpeace, fuentes del Ministerio de Agricultura dijeron a la publicación especializada Materia que la solicitud está en manos de la Comisión Nacional de Bioseguridad, que evaluará el riesgo.

Antes de emitir esa evaluación, explicaron, se recaba la opinión de otros países de la Unión Europea y se elabora un informe no vinculante, pero la última palabra la tendrá el gobierno regional de Cataluña, en el noreste del país.

Por su parte Chris Creese, portavoz de la empresa británica Oxitec, que presentó la propuesta, explicó que se solicitó un ensayo en una parcela mallada y cuando se tenga respuesta de las autoridades decidirá si sigue adelante o no.

Sin embargo, según Greenpeace Oxitec intenta liberar hasta un millón 825 mil moscas en un año, lo cual sería el primer caso de liberación de animales modificados genéticamente en la Unión Europea.

La empresa asegura que primero experimentará en una parcela de mil metros cuadrados protegida con una malla para comprobar la eficacia en el control de la mosca del olivo, a la cual se le atribuye la pérdida en 2014 del 38 por ciento de la cosecha en Cataluña.

Oxitec modificó genéticamente los machos para que produzcan descendencia estéril y asegura que el concepto funcionó en laboratorio y si la prueba inicial da resultado se liberarán de 40 mil a 260 mil moscas OX3097D, creada hace cinco años.

La empresa informó que el insecto fue sometido a la ingeniería genética basada en ADN de los organismos marinos conocidos como corales falsos (cepa no patógena de la bacteria Escherichia colie) y saegura que en 75 generaciones no muestra signos de inestabilidad genética.

Greenpeace, en tanto, alertó esta semana que los insectos no respetan las fronteras, la esterilidad nunca es ciento por ciento efectiva y una vez iniciado será imposible desmantelar el experimento.

/N.A

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