Día Mundial del Agua invita a reflexionar sobre su uso racional
El Día Mundial del Agua fue propuesto en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) efectuada en Río de Janeiro, Brasil, del 3 al 14 de junio de 1992 y se adoptó una resolución, en la que se estableció el 22 de marzo desde 1993, como Día Internacional del Agua.
Con esto se exhorta a todos los Estados a impulsar la preservación y el desarrollo de los recursos hídricos o agua dulce, con la finalidad de que no haya limitaciones, en la asequibilidad de la población a este bien natural.
Anualmente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), propone un tema sobre la importancia del vital líquido. La del 2015 fue: Agua y Desarrollo Sostenible; y la del 2016 es: Agua y Trabajos.
Este último apunta a las actividades mancomunadas para garantizar la buena administración de los acuíferos, en pro de la obtención del agua por los habitantes del mundo, incluso los animales.
Cifras para la reflexión
Del total del agua en el planeta, unos 1.400 millones de metros cúbicos, solo el 2.5% es agua dulce y no toda está disponible para el consumo humano pues poco más de dos terceras partes del agua dulce o el 68% está congelada en los glaciares.
Así, solo alrededor del 0.8% del total del agua del planeta es accesible para consumo humano, siendo en su gran mayoría agua subterránea y, en mucho menor medida, agua superficial; la desalación de agua es energética y económicamente muy costosa y, por tanto, solo viable en un cierto grado en algunas zonas costeras.
La cuestión hídrica es compleja pues un tercio de la población mundial vive en regiones con escaso acceso al agua, situación que en parte es socialmente construida y en parte biofísicamente definida. Se reconoce así que de las 424 principales cuencas fluviales del mundo, 223 transgreden los requerimientos de flujos ambientales (donde habitan 2,670 millones de personas), esto es, una escasez severa del líquido durante por lo menos un mes al año.
Incidencia del fenómeno El Niño
El Niño, Oscilación del Sur (ENOS), corresponde a un evento climático natural que se desarrolla en el océano Pacífico ecuatorial central, la fase cálida de ENOS conocida como El Niño se manifiesta, principalmente, por un aumento de la Temperatura Superficial del Mar(TSM) y una disminución de los vientos alisios en el lado este del océano Pacífico.
Estas condiciones anómalas generan fuertes precipitaciones y cambios notables en el clima y las pesca, tanto en los países ribereños del Pacífico sudoriental, como en otras partes del mundo. La fase inversa o fría de ENOS, conocida como La Niña, se caracteriza por presentar TSM más frías que lo normal, intensificación de los vientos alisios en el este del océano Pacífico y períodos de sequía.
En general, la fase cálida del ciclo El Niño se caracteriza por un debilitamiento a gran escala de los vientos alisios y un calentamiento de la superficie del mar en el océano Pacífico ecuatorial del este y central. Este calentamiento se manifiesta a través de anomalías positivas de la TSM, las que se obtienen por la diferencia entre el valor observado, menos la media climatológica del lugar en el cual se realizó la medición.
Además, se pueden observar presiones atmosféricas a nivel del mar mucho más altas que lo normal en el lado oeste del Pacífico tropical y en algunas regiones del océano Índico, y por el contrario, presiones atmosféricas a nivel del mar inusualmente bajas hacia el sureste del Pacífico tropical.
Factores contaminantes
Bien sabemos que las actividades domésticas e industriales son los originarios de la contaminación del agua. Y uno de los factores negativos, en las políticas de Estado, es la no descentralización poblacional e industrial, la cual ha provocado el descarte de materiales orgánicos e inorgánicos, en demasía, hacia las quebradas y ríos, generalmente.
La alta cantidad de fosfato y soda caustica, en los productos de limpieza y aseo, que se usan en los hogares, son ingredientes perceptiblemente contaminantes, en las redes fluviales.
El mercurio, nitrógeno, azufre, entre otros desechos de la producción industrial, también engloban la polución de las fuentes hídricas.
Ahora, por otro parte, las industrias mineras, empresas alimentarias, embotelladoras de refrescos, bebidas alcohólicas y agua, son las que se apoderaron hace casi 70 años, de los ríos, lagos, cascadas, cataratas y mantos freáticos (aguas subterráneas), privando de esta manera, el derecho al uso o consumo del líquido por las personas y animales.
La minería ilegal, se ha encargado de explotar los metales estratégicos y no estratégicos, sin tomar las medidas normativas, igualmente que las fábricas emisoras de gases, la ganadería y agricultura, para causar el menor impacto negativo en el ecosistema. Así lo indica el caso venezolano en el Macizo Guayanés, desde mediados del siglo XX.
Las corporaciones “alimentarias” tales como: Monsanto, que cubre el 80% del mercado, Aventis; con el 7%, Syngenta; con el 5%, BASF; con el 5%, y DuPont; con el 3%, usan plaguicidas, insecticidas, y otros elementos químicos, que al fusionarse con el agua de los ríos o, mediante la absorción por la tierra, hasta los pozos del subsuelo, causa una alta contaminación de las reservas acuíferas.
Conscienciación desde el hogar
En este Día Mundial del Agua es importante reflexionar sobre la educación y cultura que debe iniciar desde los hogares y la familia hasta los centros de estudio, sobre el uso racional y eficiente de este recurso natural, que pese a ser renovable, se ve afectado por la contaminación ambiental, fenómenos climáticos y el derroche.
En este sentido, vale mencionar que el ser humano es el responsable tanto del cambio climático como la contaminación del medio ambiente, y de no aprender a preservar lo que nos rodea, estaríamos condenando a nuestra especie, la flora y la fauna a la extinción.
Aún estamos a tiempo, no es tarde para comenzar a ajustar nuestras costumbres y rutinas diarias por mínimas que nos parezcan para garantizar un futuro, un planeta habitable, a las próximas generaciones.
Consejos para ahorrar agua en el hogar
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Cierre el grifo cuando se lave los dientes. Lave los vegetales en un tazón y no bajo el grifo abierto.
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Las boquillas ajustables en los grifos reducen el flujo del agua sin comprometer su uso.
- Revise los grifos e inodoros de su casa para evitar fugas de agua.
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Arregle todos los grifos que goteen.
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Utilice todo el espacio en su lavadora cuando la encienda, así se requerirán menos ciclos por semana. También esté consciente de que la mayoría de las funciones que requieren media carga son ineficientes debido a que utilizan más de la mitad del agua requerida para una carga completa.
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No utilice el inodoro para deshacerse de objetos que deben tirarse en la basura.
- Luego de lavar platos a mano, puede utilizar esa agua sucia para emplearla en el jardín.
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Una ducha puede utilizar más agua que una bañera pero solo hasta cierto punto. Lo ideal es que se utilice una ducha normal y no a presión y gaste solo cinco minutos en ella.
- Si está comprando nuevos equipos para su hogar, trate de escoger aquellos que ahorren agua.
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Considere el uso de baldes en vez de mangas de riego. De esta forma, usted podrá regar con más precisión.
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Si utiliza una manga de riego, asegúrese de que tiene una boquilla de succión ajustable.
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En lugar de utilizar un rociador, deje crecer su jardín un poco más en el verano ya que así ayudará a conservar su propia humedad.
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Riegue el jardín durante la noche para minimizar la evaporación.
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Prefiera lavar el automóvil usando baldes y una esponja en vez de una manguera. También puede comprar toallas especiales para lavar el carro que no necesitan agua.