Ciencia y Tecnología

Descubren cómo nuestros antepasados combatieron un VIH prehistórico

Un grupo de científicos de la Universidad Rockefeller encontró en el ADN humano las trazas de un virus muy parecido al VIH. Sin embargo, nuestros antepasados lograron superarlo hace ocho millones de años.

‘BASURA’ DE LA EVOLUCIÓN

El genoma humano y de todos los animales y plantas incluye no solo sus propios genes y el ADN ‘basura’, sino también varios fragmentos de diversos retrovirus contra los cuales nuestros antepasados lucharon hace millones de años.

Algunos de estos virus eran tan peligrosos que lograron eliminar hasta el 99% de los individuos antes de que estos pudieran adaptarse y encontrar una manera de neutralizar los patógenos.

Estos fragmentos ajenos en el ADN frecuentemente cambiaban el aspecto físico e incluso la evolución de sus portadores. Así, hace unos años, los científicos encontraron que los retrovirus eran ‘culpables’ del hecho de que los mamíferos pasaran a la gestación intrauterina y luego renunciaran a la bolsa e ‘inventaran’ la placenta.

Las trazas de dichos virus en el genoma pueden utilizarse para estudiar la evolución de sus portadores, debido a que los fragmentos del ADN contagiado acumulan en sí las distintas mutaciones y su número va aumentando gradualmente gracias a su capacidad de autoreplicarse.

Esto ayuda a los científicos a averiguar cómo nuestros antepasados luchaban contra los patógenos y cómo se separaron de las especies relacionadas.

Al comparar los fragmentos de los retrovirus encontrados recientemente en el genoma humano y diversas especies de monos, el autor de este estudio, Paul Bieniasz, y sus colegas descubrieron en los fragmentos cómo los virus ‘dirigían’ la evolución humana.

Los investigadores prestaron la mayor atención al virus HERV-T que está presente en el ADN de monos y primates. HERV-T fue la causa de unas epidemias víricas masivas hace al menos 25 millones de años. Este patógeno, según la estructura de sus fragmentos, se ‘extinguió’ entre 8 y 11 millones de años atrás.

MATAR AL VIRUS CON SU PROPIA ARMA

Los científicos estadounidenses lograron recuperar algunos de los genes del virus y encontraron cómo entraba en el cuerpo de los primeros haplorrinos. Resultó que el virus infectaba las células al actuar de manera similar al virus VIH, ‘aferrándose’ a la proteína en su superficie.

Además, con el análisis de la estructura del gen env (hsaHTenv), que se encarga de la función del virus, los investigadores encontraron que esta parte ha permanecido en el genoma casi invariable. Se podía observar un patrón similar en todos los primates y monos, cuyos antepasados se separaron de un árbol común con el hombre hace más de ocho millones de años.

Este descubrimiento fue sorprendente debido a que el ADN viral, por lo general, es la ‘basura’ de la evolución, por lo cual va acumulando errores. Sin embargo, esto no pasó con el gen env del virus HERV-T, lo que significa que tenía gran importancia para la supervivencia de los ancestros de los seres humanos, los gorilas, chimpancés y otras relativamente nuevas especies de primates.

Tras analizar las diferencias en la estructura de la versión original del gen env y sus variaciones actuales humanas, los científicos se dieron cuenta de lo que le había ocurrido.

Resultó que el organismo de los primates había adoptado al gen env para la lucha contra el virus HERV-T al utilizarlo para eliminar las protuberancias de la superficie celular. De esta manera, este virus no es capaz de penetrar en las células, y estas evitan la infección.

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