Descubierta la forma de vida más antigua de la Tierra
Fósiles que se remontan a los orígenes de la Tierra. El hallazgo dentro del llamado cinturón de Nuvvuagittuq, un peculiar rincón geológico en Quebec (Canadá), de unos microfósiles con al menos 3.770 millones de años de antigüedad los convierte en los más vetustos que conocemos hasta ahora.
Los fósiles hallados sugieren que la vida pudo surgir y colonizar el mar muy pronto tras la formación de la Tierra, lo que permite teorizar conque hayan existido planetas similares al nuestro que pasaron por el mismo proceso. El primero en quien pensamos es en Marte.
Estos restos se encuentran en rocas sedimentarias que pertenecieron a antiguas fuentes hidrotermales donde los tubos y filamentos microscópicos, formados por bacterias que vivían en hierro, se han convertido en la primera evidencia de vida en la Tierra.
Y esto no resulta extraño, pues las fuentes hidrotermales bajo los océanos representan uno de los primeros escenarios que albergaron vida en la Tierra gracias a su rico contenido en hierro.
"Nuestro descubrimiento apoya la idea de que la vida surgió de los respiraderos calientes de los fondos marinos poco después de que se formase el planeta Tierra.
Esta rápida aparición de la vida en la Tierra se ajusta a otras pruebas de sedimentos de hace 3,700 millones de años que fueron moldeados por microorganismos", explica Matthew Dodd, líder del trabajo.
Los expertos analizaron fragmentos de jaspe, una roca sedimentaria hallada en la franja de Nuvvuagituuq datada anteriormente entre 3.770 y 4.290 millones de años. Empleando una combinación de microscopía óptica y espectroscopia Raman (para estudiar modos de baja frecuencia), los científicos lograron identificar tanto los microfósiles como la mineralogía asociada a ellos.
Los resultados han confirmado que la vida prosperó en estos ambientes hidrotermales poco después de los orígenes de la Tierra.
Entre los elementos hallados en las rocas se encuentran: microfósiles en forma de tubos de hierro con o sin filamentos internos de hierro, gránulos de óxido de hierro, rosetas de carbonato cortadas y rodeadas por masas de apatita o filamentos torcidos de hierro. Todos ellos, producto de la putrefacción.