Cuestionado en Mérida uso de terrorismo contra Nicaragua
La realización desde grupos opositores de acciones extremistas en Nicaragua atribuidas de manera premeditada al gobierno de Daniel Ortega, es innecesaria, esto según lo resaltó el pedagogo y politólogo, Alirio Liscano, tras el comunicado generado en la República Bolivariana de Venezuela en solidaridad con el país centroamericano
La incineración de autobuses, la quema de instalaciones, el asesinato a una familia en la barriada Carlos Marx en Managua y la presentación en Nicaragua en la radio, en la prensa, en la televisión y en redes sociales, de protestas violentas como si fuesen expresiones de defensa de la democracia, fueron cuestionadas en Mérida recientemente por el pedagogo y politólogo Alirio Liscano, Director de la Escuela de Formación de Cuadros Alexander Quintero.
“Esta agresión a Nicaragua que es una agresión continua, los golpetazos en los servicios públicos, el crimen, todo esto lo que revela es que el imperio está en el mismo guión”, dijo.
En el aporte, realizado además en referencia al comunicado que se redactó desde el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela en solidaridad con el pueblo de Nicaragua hacia el que se ha arreciado el uso del terrorismo desde grupos opositores que han intentado impedir la consolidación del gobierno de Daniel Ortega en ese país, Alirio Liscano agregó.
“Por eso, la revolución bolivariana va a seguir siendo solidaria con todos los pueblos del continente. Incluido el pueblo norteamericano cuando sufre tragedias; cuando sufre dificultades y cuando sufre problemas. De modo que estamos ratificando nuestra posición de solidaridad con la revolución sandinista, con la revolución en Nicaragua, con Daniel Ortega, con Rosario Murillo, con los grandes líderes de la revolución sandinista”, acotó.
El imperio y la oligarquía han pretendido que la democracia participativa y protagónica se quede en las esferas de la votación, del acto electoral –destacó Alirio Liscano-, lo que en diversas naciones, entre estas Venezuela, ya no se apoya por cuanto se está progresando en construir el Socialismo del siglo XXI, aunque la población más expuesta a escuchar los discursos de los medios de comunicación privados y a hacer caso a los rumores en y fuera de las redes sociales, no ha superado las formas de influencia de la denominada democracia representativa que ha sido de las más terribles dictaduras sobre la humanidad.