Cuatro consejos para mejorar la higiene bucal
Es común pensar que nos cepillamos bien. Tan solo mover el cepillo de un lado al otro, con una buena cantidad de crema y hace gárgaras hasta quedar sin espuma. Para muchos odontólogos, esto no es suficiente, por lo que aconsejan cuatro elementos que consideran indispensables para mejorar la técnica del cepillado.
Cepillo y crema dental
“Si deja caer arena al piso, ¿qué hace? ¿Le hecha detergente y le pasa el trapo? No, primero pasa la escoba y después en todo caso trapea”, es la metáfora que elige la odontóloga Jorgelina Diamante para quitarle peso a la pasta de dientes. Una boca sana no necesita más que un buen cepillo que se renueve cada mes y medio (y una buena técnica) para estar limpia. “La crema dental tiene cosas que pueden favorecer, pero no es imprescindible”, agrega.
Dos minutos es poco
“Se calculan de cinco a diez movimientos por cada sector. Eso hace que una buena cepillada tarde entre cinco y diez minutos, ese es el ideal”, detalla el odontólogo Édgar Duarte. Si durante el día anda corriendo, es importante que al menos en la noche se dé una buena cepillada, ya que así como duerme el cuerpo, descansa el sistema inmune con la disminución de saliva. Le da vía libre a las bacterias malas para que se reproduzcan.
Hilo dental
“Si me cepillo perfecto pero no utilizo hilo dental o cepillo interdental, eso es como cepillarme la mitad de la boca”, explica Jorgelina. Es que lo que solemos cepillarnos es solo la parte visible, y dejamos de lado todos esos rincones que también entran en contacto con la comida (que a la vez son los más propensos a acumular suciedad). Además de hilo dental, hay cepillos diseñados para situaciones específicas. Ni hablar si tiene arreglos como puentes que requieren más atención.
Momentos de azúcar
Si se lava los dientes durante al menos 5 minutos con hilo dental dos veces por día, todavía no pasa el último filtro: el cepillado del mediodía. Todos los odontólogos recomiendan tener un cepillo en el cajón de la oficina o en la cartera para usarlo después de comer.
“Todo pasa por los momentos de azúcar. Desde el momento en que almuerza y no se cepilla, los organismos empiezan a reproducirse y cuanta más comida agrega (con meriendas) más los alimenta”.