Opinión

Cuando un verdugo pide clemencia

El presidente Nicolás Maduro avaló el inicio de las discusiones del contrato colectivo del sector docente. Aumentó el 50% a maestras y maestros. También dio el visto bueno a 10.536 millones de bolívares para ponerse al día con unas 15 mil educadoras y educadores que esperan por su jubilación. “Con la ley habilitante voy a hacer un conjunto de reformas para ir detrás de los bachaqueros y combatir las acciones contra la economía”. El Jefe del Estado pidió el plan “para invertir 2 mil millones de dólares más” en la Gran Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor. Adelantó que en junio “empezamos a construir 400 mil viviendas más” de la Gran Misión Vivienda Venezuela”.

El periodista Pedro Cuartilla cuando escuchó esta información por el noticiero Mundial de YVKE, retransmitido por su emisora favorita Mundial Margarita (1020am, 92,9fm y www.radiomundial.com.ve), andaba por los lados de Juangriego en su viejo Malibú y, observando los alcatraces sobre los botes en la hermosa bahía, pensó: “No sé, porqué ciertos sindicaleros y opinadores siguen afirmando que este gobierno no toma en cuenta a los educadores. En verdad son ganas de fregar. Por otra parte, a pesar de los precios del petróleo, sin duda alguna, la revolución sigue atendiendo sus compromisos con el pueblo y estos anuncios del Presidente Maduro, son parte de un botón de una muestra bien significativa”.

El reportero siguió su recorrido y subió hasta el Fortín de la Galera para extasiarse del paisaje y estando en lo más alto de esta fortaleza, se encontró con Eutoquio Díaz Fermín, un amigo opositor, quien le dijo: “Quiero señalarte, con objetividad, que las supuestas elecciones primarias de la oposición, fueron un descalabro y eso se veía venir, porque hasta cuándo las mismas caras. Y de paso, lo más cumbre es que el ex gobernador por más de veinte años del Estado, declaró que “el país condena las prácticas deshonestas empleadas para la compra de conciencia en los procesos electorales”; qué descaro, cuando él aplicaba la misma medicina; eso es caer en verdugo pidiendo clemencia”.

Pedro Cuartilla observó la playa de La Galera desde la altura, se despidió de su conocido y meditó: “Cuando ellos mismos reconocen sus propias miserias”.

 

EMIGDIO MALAVER G. / emalaverg@gmail.com / @Malavermillo

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