Opinión

Crisis clasemediamente VIP

Leo en la prensa una noticia que, más que noticia, es publicidad disfrazada de reportaje

Leo en la prensa una noticia que, más que noticia, es publicidad disfrazada de reportaje, sobre la presentación de un famoso “motivador” que viene a brindarnos un rato de reflexión, “una ayudaíta”, para poder sobrellevar la crisis social y económica en la que nos hundió ya ustedes saben quién. 

La charla motivacional, con un nombre muy motivante, algo así como “Todos somos Venezuela”, se celebraría en un hotel cinco estrellas, de esos que llaman “boutique”, recientemente inaugurado en este país que se cae a pedazos y que, por cierto, está siempre al tope de ocupación. La cita es para una noche sabatina, con mesa, botella de vino y degustación gastronómica, todo por la módica suma de 25 mil bolívares, si eres VIP, y si eres no tan importante, bueno, con tres mil bolos te dejan pasar y sentarte más lejitos, y si te da hambre y sed, la caja registradora empieza a sumar. Precios de crisis para gente en crisis.

En mismo cruce de cuatro esquinas donde se enguarimbaron el año pasado, cuelgan pancartas anunciando no solo ese evento, sino también el retorno -porque ya habían estado hace un par de meses por aquí- de “Me fui demasiado pero volví”, “el indiscutible fenómeno teatral récord de taquilla en nuestro país e incluso en algunas ciudades fuera de sus fronteras” -según la crítica. “Un espectáculo en vivo pretende reconciliar a los espectadores con la Venezuela que todos sueñan, sin dejar de abordar temas del día a día nacional, como la escasez, la inseguridad, la fuga de talentos y el desempleo” que podrás disfrutar a precios, gold, diamante y platinum.

Otra pancarta anuncia un curso para emprendedores en tiempos caóticos, cuyo costo no se llama costo sino inversión, para que no creas que estás gastando tu dinero sino que lo estás ganando. Más abajito el desternillante show de un comediante amigo de otro comediante, llega a nuestra ciudad como parte de la triunfante gira: “Millones y millonas”, que podrás disfrutar por varios “miles y milas” de bolívares.

Un abanico de opciones para globotizados con síndrome de abstinencia que están dispuestos a pagar lo que sea por su dosis de neurotización. Millonarios negocios que proliferan para una clase media en crisis humanitaria que está dispuesta a pagar por un rato de esparcimiento ombliguista, porque ellos lo merecen.

@Tongorocho

/N.A

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