Conoce los beneficios de comer lentejas cuando hace calor
Comer lentejas es un grandioso aliado nutricional en todas las temporadas del año. Descubre los beneficios de integrarlas como parte importante del menú en verano, son ligeras y muy saciantes.
Un plato de lentejas no necesariamente es uno de los platillos que más apetecen en temporada del calor, esto se debe en gran parte a que optamos por consumir menos sopas y optamos por alimentos más ligeros.
Gracias a su poder nutricional las lentejas deben de integrarse como un alimento cotidiano en la dieta, aportan nutrientes esenciales que el organismo necesita para funcionar correctamente y también son muy versátiles en la cocina.
Una de las grandes ventajas de integrar el consumo de lentejas en temporada de calor, se debe a su extraordinario aporte en hidratos de carbono complejos que tienen la peculiaridad de ser un alimento de absorción lenta.
Esto es un aspecto que interviene de manera positiva equilibrando los niveles de glucosa en la sangre, es por ello que son un gran aliado para las personas que padecen diabetes y también son un popular alimento de bajo índice glucémico.
A la vez este tipo de hidratos de carbono se relacionan con aportar energía de calidad al organismo.
Integrar preparaciones ligeras de lentejas en verano es un buen complemento nutricional para cuidar la línea e inclusive bajar de peso. Esto se debe a su gran poder saciante y nulo contenido en grasas.
A la ves su excepcional contenido en fibra interviene de manera positiva en el proceso de digestión y el tránsito intestinal, de tal manera que se promueve la eliminación de toxinas y desechos alojados en el organismo.
El consumo de lentejas resulta maravilloso para reponer hidratación y sustancias, esto se debe a su inigualable riqueza en minerales esenciales aporta un extraordinario contenido en hierro, potasio, calcio, magnesio, fósforo, zinc y selenio.
Este aporte en minerales se relaciona con grandes beneficios, el hierro es un buen aliado para combatir la fatiga crónica y la anemia.
El potasio interviene de manera positiva para regular los altos niveles de presión arterial, el calcio fortalece los huesos y mejora el funcionamiento del sistema nervioso. El fósforo es esencial para el buen funcionamiento neuronal, mientras que el magnesio y el selenio son buenos aliados para fortalecer al sistema inmunológico.