Con sello venezolano: Papa venezolana, sabor y tradición
Una nueva entrega de esta columna de XAMANTA CONDE en últimas Noticias

Esta nueva entrega de la columna «Con sello venezolano» de XAMANTA CONDE relata las bondades de la papa y comparte la información de la siguiente manera:
Como la canción de Guaco: «Cada región tiene sus cosas sabrosas y esas cosas tienen su aroma y color», y una de ellas es la papa nativa, uno de los alimentos más versátiles, nobles, ancestrales y rebeldes en todo el sentido de la palabra, que tenemos el privilegio de cultivar aquí en nuestros suelos.
Seguimos mostrando a Venezuela y sus bondades, y si bien, tenemos una riqueza que se pierde de vista como el petróleo, minerales y sus paisajes, también es cierto que un poco más arriba, donde brotan las cosechas del suelo, existen otras riquezas. Hoy quiero hablar de la semilla de la papa nativa, que se ha preservado por años de generación en generación y ha sido una bandera de integridad, lucha y resistencia de nuestros antepasados, sobre todo en la cordillera andina.
Herencia de los Incas, al igual que el maíz, es uno de los cultivos tanto versátiles como populares, por su alto consumo diario; por cada 100 gramos de papa encuentras: 78g de humedad; 18g almidón; 1,87g de proteína; 1,8g de fibra, 0,1 de grasa; 560mg de Potasio y 20mg de Vitamina C.
Dice la columnista, que en el mundo existen 5.000 variedades de papa, según la FAO, muchas cultivadas de manera tradicional y constituyen un patrimonio cultural y un recurso de soberanía agroalimentaria, caracterizadas por su forma exótica, colores llamativos propiedades organolépticas (sabor y textura), propiedades antioxidantes naturales, así como la extraordinaria propiedad agrícola de tolerar condiciones adversas -como los hombre y mujeres nacidos en estas tierras-.
Muchos de estos cultivos son de consumo local, son sembradas de manera tradicional y hasta intercambiadas de una familia a otra como enriquecimiento y dinamismo de su propia economía. Han trabajado por años para que no se pierda su cultivo ni su historia, haciendo resistencia a la papa blanca, una papa que no es de aquí, pero caló en el mercado por su preferencia en las franquicias de comida rápida.
En el país se conocen, hasta ahora hasta 34 tipos de semillas de papas, según información pública del Ministerio para Ciencia y Tecnología, y con ayuda de la Alianza Científico-Campesina, se ha consolidado la producción de la semilla de la mano de científicos y productores, fortaleciendo el acceso a nuevas variedades y el manejo técnico de los cultivos. Está alianza acompaña al campesinado en 20 estados del país, promoviendo la organización y tecnificación de procesos productivos agroecológicas, pero sobre todo escuchándose entre sí para no solo entenderse sino aprender uno del otro. Esta alianza ya cuenta con la participación de cinco mil familias que realizan innovación agroalimentaria y ciencia, registra el ministerio.
Es tanta la protección de este rubro, que en Mérida se realiza todos los diciembres el EcoFestival de la Papa Nativa, un evento creado para el encuentro de las familias que han trabajado de generación en generación por salvaguardar nuestros suelos. En dicho festival se hace el intercambio de gastronomía, experiencias productivas agroecológicas que promueven la producción de saberes, de semillas, abono gastronomía y experiencias productivas agroecológicas que promueven la producción, para seguir tejiendo una red impermeable para salvaguardar este rubro en los andes venezolanos.
Finaliza con esta pregunta: ¿Y a quién no le gusta una papita pelada con sello venezolano?
Fuente: Últimas Noticias/YVKE


