Salud

¿Cómo prevenir la obesidad en tu hijo?

A Sebas le fascina comer pan con hot dog y lo pide a diario. No hay fin de semana que no visite su fast food favorito. Su abuelita Iris, que hace de todo para engreir a su nieto favorito, lo complace siempre en sus gustos. Sin saberlo, es posible que esté incrementando sus niveles de glucosa y colesterol, alimentando así a un potencial paciente con sobrepeso u obesidad.

Según el Ministerio de Salud, el 15% de los niños peruanos entre 5 y 9 años tiene obesidad. Mientras que el 32% tienen exceso de grasa acumulada. Son cifras que deben llamar la atención, sobre todo si se considera que en el mundo se habla de una epidemia.

SOBREPESO U OBESIDAD

Karyn Reyna Ocampo, nutricionista del Centro Médico Mapfre Magdalena, indica que para medir la obesidad hay que conocer el IMC (índice de masa corporal). Pero también es importante el perímetro abdominal.

“De acuerdo al peso y talla del niño, si tiene más de 20-22 de IMC se considera sobrepreso, en tanto de 22-24, se habla de obesidad. El tamaño de la cintura se asocia a la distribución de grasa central y es una herramienta simple, fácil de realizar y barata para identificar a niños con mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular.”, indica.

Los pediatras deberían tener este factor en cuenta, indica la especialista, al momento de realizar la evaluación clínica e identificar a los niños con obesidad para realizar programas de prevención. Derivar al nutricionista es la primera medida.

A aquellos niños que tienen padres o abuelos con problemas de colesterol hay que ponerles mayor atención, porque podrían sufrir de lo mismo. “Los síntomas más frecuentes son los mareos, aunque también puede no presentar ninguna señal de alarma”, agrega.

¿HACER DIETA?

Cuando se detecta a un niño con sobrepeso u obesidad, no se habla de dieta. Lo correcto es hablar de un plan alimentario, en el cual se le enseña a comer lo que su cuerpo necesita en el desayuno, almuerzo, cena y refrigerios. Este debe ser respetado y supervisado por todos las personas involucradas en la crianza del pequeño.

Con la palabra dieta, se suele pensar que tienen que dejar de comer o que van a bajar de peso de manera drástica. “Hay que ser muy cuidadosos, porque se puede llegar al otro extremo: desórdenes alimenticios o pensar que cualquier alimento por sí solo, como el arroz o el mango, pueden engordarlo y, entonces, evitan consumirlo, cuando no se trata de eso”, recalca la nutricionista Mariana Hidalgo.

PREVENCIÓN

Hidalgo destaca que todos deben estar involucrados y comprometidos con el plan nutricional del pequeño. “Lo más importante es predicar con el ejemplo. Los padres no deben preocuparse solo cuando el hijo deja de comer, sino cuando observen que comen de más”, indica.

La especialista comparte una lista para asegurarnos que el niño está llevando un estilo de vida y alimentación saludable. Verifica que la estés aplicando:

1. A partir del primer año, los niños deberían comer 5 veces al día. La cantidad dependerá del esfuerzo físico realizado, edad, peso y talla.

2. La buena alimentación debe estar acompañada de actividad física. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó en 2010 que, a manera de prevención, los niños entre 5 y 17 años deben ejercitarse 60 minutos diarios y no pasar más de 2 horas frente a una pantalla.

3. No se debe premiar a los hijos con comida. El objetivo es que entienda que una buena alimentación es importante para su salud. Si cumple con su plan nutricional, elige recompensas como salidas familiares o actividades al aire libre.

4. Evita darle propinas a tus hijos para que compren en el quiosco. La gran mayoría no ofrece alternativas saludables y los niños siempre se irán por las golosinas y alimentos altos en grasas y azúcares.

5. Contribuye a su buena alimentación y no incluyas gaseosas ni bebidas azucaradas en las comidas diarias. Si tu pequeño tiene un plan alimentario y tú, como padre, traes a casa comida que lo tiente, no lo estarás ayudando.

PLAN ALIMENTICIO

La nutricionista Ocampo sugiere que para prevenir la obesidad, hay que comenzar por elaborar un plan alimenticio, donde no debe faltar un buen desayuno. “Una taza de leche o yogurt. Otra de fruta picada y un huevo sancochado suelen ser lo indicado para empezar el día. Si la movilidad lo recoge muy temprano, haz que coma alguno de estos en casa y el resto en el vehículo, pero que no deje de comer”, destaca. A media mañana, así como a media tarde, una porción de fruta será necesaria.

En el almuerzo, se debe respetar el horario establecido: de 1 a 2 p.m. “Siempre recomiendo que el niño lleve una pequeña lonchera, que incluya carbohidrato, proteína y ensalada (la cantidad varía de acuerdo a edad, peso, talla y actividad física)”, indica la especialista.

Los fines de semana son clave para las familias. La meta es que los padres compartan la mesa, preparen una comida saludable entre todos y eviten visitar los populares fast-food.

TRUCOS EN CASA

Hidalgo es consciente de que para muchos niños es difícil vivir sin dulce en general. Comparte tips para engañar al estómago sin perjudicarlo. Por ejemplo, a la leche (que debe ser descremada si el pequeño tiene exceso de grasa), le puedes agregar una cucharadita como máximo de esencia de vainilla o el polvo de la gelatina de fresa light, que no cuentan con azúcar.

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