Cómo mejorar la circulación en personas diabéticas
Es común que en algunas ocasiones tengamos la sensación de que se “duermen” los pies o las manos. En casos más graves, además de hormigueo se puede presentar hinchazón y hasta calambres.
Si esto es recurrente, entonces lo más seguro es que tengas problemas de circulación, lo más común es que se deban a una falta de actividad física, acumulación de grasa y/o una dieta deficiente.
En este caso, estamos hablando de diabetes, y es que es casi imposible que una persona que sufre de diabetes no tenga problemas de circulación. Pero ¿por qué son particularmente propensos a desarrollar problemas circulatorios?
El Dr. Enrique López-Villa, miembro de la plataforma de Doctoralia, nos explica que, debido a los altos niveles de glucosa (o sea, azúcar) que hay en la sangre, pueden presentarse alteraciones en los vasos sanguíneos. O bien, si no nos ejercitamos como deberíamos, podemos acumular demasiada grasa la cual tapa las arterias que transportan la sangre.
El angiólogo López-Villa hace hincapié en que la mejor recomendación o “tip” que puede dar es acudir inmediatamente con tu médico si presentas algún problema así para que se haga un diagnóstico certero de lo que presentas. Otra opción es recurrir directamente con un angiólogo, ya que son especialistas en los vasos del sistema circulatorio y del sistema linfático.
Sin embargo, hay algunos tips que podemos compartir para reducir este padecimiento:
Tomar mucha agua: Revitaliza y ayuda a mejorar la circulación porque previene que la sangre pueda ponerse viscosa.
Hacer ejercicio: Ya que el bajar de peso ayuda a controlar los niveles de azúcar.
Evitar azúcares refinados: que impidan alteraciones en los vasos sanguíneos.
Una dieta baja en grasas y carbohidratos, esto no significa que vivas restringido, simplemente acude a un nutriólogo que te ayude a armar un plan alimenticio con base en tus gustos y necesidades.
Alimentos como ajo, jengibre y pescado (o aceite de pescado), ya que todos estos ayudan a dilatar los vasos sanguíneos, lo que previene coágulos.
Recuerda siempre que un problema en la circulación cuando tienes diabetes no es un juego, si se sale de control podría llevar a la amputación de una parte del cuerpo, hipertensión, problemas en hígado y riñones, y hasta la muerte, entre muchas otras consecuencias. Aunque tampoco se trata de vivir con miedo, solamente ser responsable.