Comer frutas y hortalizas deformes es más saludable para el organismo
En muchos países del mundo se desperdicia gran cantidad de comida. Muchas veces es por que se encuentra en mal estado o porque vemos las verduras y las frutas feas (arrugadas y viejas). Aunque suene frívolo, sentimos cierto rechazo ante la deformidad y la mala apariencia de una manzana o una zanahoria.
Cuando vemos frutas y hortalizas con formas extrañas, bultos y arrugadas no quiere decir que estén malas. Esto puede ser indicativo de que están libres de pesticidas. Las pequeñas costras o cicatrices se producen cuando una fruta ha hecho un esfuerzo para protegerse de una plaga.
Nos gusta comer con los ojos
El ser humano esta acostumbrado a comer con los ojos. Si vemos un plato con una excelente presentación nos enamoramos y nos parece lo mejor del mundo. Pero cuando vemos un plato desordenado en la presentación, con las verduras arrugadas solemos pensar que esta en mal estado y ni lo llegamos a probar. Diversas Organizaciones de salud sugieren que debemos cambiar nuestra percepción sobre las frutas y verduras de aspecto imperfecto, porque lo importante está en el interior, y cada vez que se tira un tomate por razones estéticas se pierden los recursos utilizados para su producción: las semillas, la tierra, el agua, la energía.
¿Tienen todas las mismas propiedades?: A pesar de que el alimento se encuentre con aspecto imperfecto tiene las mismas propiedades, al igual que su sabor y son comestibles al 100%. En muchos supermercados cuando el alimento se encuentra en ese estado son más económicas. Por lo que, como ves, tienes todo a tu favor para llenar tu cesta de la compra con fruta y verdura que no tengan un acabado “perfecto”.
No confundas fruta fea con fruta mala: Su textura no debe ser excesivamente blanda, ni haber desarrollado moho o pelusas.
Un olor ácido muy fuerte es otro síntoma de que la fruta no está en buenas condiciones.
Cuando se torna de color oscuro es porque contiene bacterias.