Científicos japoneses revelan misterios del sexo en los cocodrilos
Los investigadores del Instituto Nacional de Biología Básica descubrieron que, al incubar sus huevos a temperaturas mayores de 33,5 grados, existe una gran posibilidad de que los cocodrilos recién nacidos sean machos, mientras que más cerca o por debajo de los 30 grados suelen ser hembras
El descubrimiento de científicos japoneses sobre cómo queda determinado el sexo de los cocodrilos podría contribuir a salvar especies en peligro de extinción, informó hoy el diario Asahi.
Los investigadores del Instituto Nacional de Biología Básica descubrieron que, al incubar sus huevos a temperaturas mayores de 33,5 grados, existe una gran posibilidad de que los cocodrilos recién nacidos sean machos, mientras que más cerca o por debajo de los 30 grados suelen ser hembras.
Para determinar esta tendencia, el equipo centró su investigación sobre la proteína TRP a través de la cual muchos animales perciben las temperaturas, lo que llevó a la conclusión de que un gen, el TRPV4, trabaja activamente en las glándulas reproductivas de estos reptiles en torno a los 34 grados.
"La elección de los géneros es una raíz de la diversidad biológica de los seres vivos, pero queríamos saber por qué el sexo de los cocodrilos se decide por la temperatura, que es un factor inestable", explicó el profesor y uno de los miembros del grupo investigador, Shinichi Miyagawa.
"Por fortuna logramos aclarado parte del mecanismo. El resultado será útil para la preservación de especies en medio de la creciente preocupación por los efectos del calentamiento global", agregó.
Con el fin de corroborar su tesis, los científicos inyectaron una sustancia para inhibir la eficacia del gen TRPV4 en aproximadamente 90 huevos de cocodrilo americano, especie que habita en la cuenca del mar Caribe.
Y el resultado del experimento no los defraudó, pues un 45 por ciento de los huevos con el gen TRPV4 debilitado por el fármaco originó crías hembra, incluso a temperaturas en las que generalmente nacerían cocodrilos macho.
Según los investigadores, la mayoría de las tortugas y algunos lagartos presentan el mismo patrón de comportamiento.
/N.A
