Carola Chávez
Cuando el comandante Chávez enfrentó las crisis y conspiraciones que lo acecharon durante su gobierno, siempre apeló al protagonismo popular para derrotar la conjura reaccionaria
La oposición venezolana, que a falta de pueblo se hizo a punta de televisión, esa cuyos líderes son productos mediáticos, una especie de Paulinas Rubios, cantantes que no cantan, políticos que no hacen política pero que tienen un look fabricado, carísimo, fotogénico. Esa oposición que llegó brevemente al poder “… y nosotros tenemos que decir, tanto Venevisión como Rctv: gracias Televen, gracias CMT, gracias Globovisión”, como dijo Napoleón Bravo eufórico, bocón, creyendo que el mandado ya estaba hecho, revelando en pantalla como los villanos de Batman que cuentan sus planes antes de despacharse al héroe que nunca pueden despachar.
Esa oposición que no aprende, sigue estrellándose en los cristales de su política del show, ahora internacional. Gracias CNN, gracias El País, gracias Antena 3.
Cada semana un capítulo de la misma novela. Un elenco internacional de personajes oscuros, mientras más oscuros mejor, cuyo papel es atacar a Venezuela.
Vale todo, lo importante es generar un titular con fotos desgarradoras, por favor, repriman sus sonrisas y esas miradas de viejos verdes que no pueden disimular. Exijan hacer en Venezuela lo que en sus países no se puede hacer y cuando no los dejen griten “dictadura”. Fuercen conflictos diplomáticos con caras de yo no fui. Un guión repetido que, como en las telenovelas, desde el primer capítulo uno ya sabe lo que va a pasar.
Esta semana: “Por estas autopistas”, la espeluznante historia de unos senadores brasileños, todos de oposición, encabezados por Aecio Neves, candidato perdedor que llevaba días diciendo que Maduro no los dejaría aterrizar en Maiquetía, donde aterrizaron sin problemas para ser recibidos por las “galanas” criollas y su nutrido séquito de medios de comunicación que comunicaría que “Chavistas atacan a los senadores”, a pedradas contra el súper autobús que por ser súper no sufrió ni un rayoncito. Y las fotos: adentro, con caras de terror, con las manos en la cabeza cual si hubiesen recibido una piedra en la frente y luego afuera, muertos de la risa junto al autobús intacto. Mejor nos regresamos porque el tráfico para Caracas es hurribli. “Maduro bloqueó la autopista”, tuit, tuit, #ConcluAutopista… Zzzzzz…
No se pierda el próximo episodio de esta sobrecogedora historia protagonizada, esta vez, por García Margallo.
@tongorocho
/N.A