Cáritas Parroquial Monterrey en San Cristóbal entregó 5 toneladas de comida
Cada familia beneficiada recibió 27 kilos de comida

En una demostración de fe y compromiso social, Cáritas Parroquial de Monterrey realizó este sábado una masiva jornada de atención que benefició a cerca de 200 familias de la parroquia Dios Padre Misericordioso, en el estado Táchira.
La actividad logró la distribución de 5 toneladas de alimentos, recaudadas gracias a la generosidad de la feligresía durante las misas de aguinaldo.
El presbítero Joel Javier Escalante, párroco de la comunidad, destacó que cada hogar recibió dos bolsas de mercado, con un peso total de 27 kilos, acompañadas por un cartón de huevos.
“El Señor siempre nos provee. Hemos querido mostrar el rostro de Cristo, porque una fe sin obras es una fe muerta”, afirmó el sacerdote, quien subrayó que la labor busca que el pueblo pueda crecer en unión y fraternidad al hacer vida eclesial.
La doctora Goretty Becerra, coordinadora de Cáritas Monterrey, explicó que la selección de los beneficiarios se realizó mediante un censo exhaustivo. “Somos hormiguitas que durante todo el año detectamos las necesidades. Hoy celebramos esta ‘Fiesta Celestial’ para que los niños también reciban juguetes y alegría”, comentó.
El operativo contó con el apoyo de la Hermandad de Emaús, cuyos integrantes facilitaron el transporte y la logística, desde los centros de acopio hasta el templo, para su distribución. También participaron otros grupos de apostolado, como la Tribu de Juda, jóvenes que están al servicio del Señor.
Sectores beneficiados
La ayuda de Cáritas Parroquial de Monterrey llegó a las zonas más vulnerables del barrio Colón, La Vichuta, San José, barrio La Lucha, Los Kioskos, Pinares y Los Jabillos, edificios y terrazas de Monterrey, urbanización Quirami y avenida Demócrata.
María Auxiliadora Uzcátegui, del barrio Colón, dijo que “es una bendición recibir este mercado tan completo. En estos momentos de dificultad, sentimos que la Iglesia no nos abandona y que Dios siempre está presente”.
Entre tanto, Victor Manuel Archila, del sector San José, manifestó que “vine con la esperanza de llevar el sustento a mi casa y me voy sorprendido por la cantidad. El padre Joel conoce nuestras luchas, y hoy nos dio una gran alegría”.
Beatriz Suárez, quien vive en el barrio La Lucha, expresó que “para mis hijos esto es una fiesta. No solo es la comida, es el cariño con el que nos tratan. Esto nos enseña que debemos unirnos en el servicio a los demás”.
Igualmente, Nelly Colmenares, de La Vichuta, señaló que “santidad es obediencia, y aquí vemos a una comunidad obedeciendo el mandato de ayudar al prójimo. Gracias a todos los que dieron su ‘kilo de amor’”.
Neyla Barreto, de Los Kioskos, afirmó que “este cartón de huevos y los 27 kilos de comida son un alivio inmenso. Hacer vida parroquial nos fortalece el alma y el cuerpo”.



