Cardenales consiguió triunfo vital ante Tiburones
Lara pretende ganar los tres juegos que les restan no solo para clasificar, sino para tener el chance de ser terceros en la segunda vuelta
Los Cardenales de Lara le ganaron el duelo de toma y dame a los Tiburones de La Guaira para vencerlos 6-4 en el estadio Universitario de Caracas para continuar a paso firme en sus aspiraciones a la postemporada.
Los larenses cosecharon su cuatro triunfo en fila y recibirán este domingo a los Leones del Caracas en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto. Crepusculares y melenudos luchan junto a Caribes por los dos cupos que restan para la postemporada.
Los pájaros rojos iniciaron bien el encuentro. Ildemaro Vargas, quien conectó cuatro imparables en el desafío, abrió el telón con triple al derecho. Luego anotó gracias a un sencillo de Juniel Querecuto.
La Guaira recibió a César Jiménez, el abridor larense, con doble de Luis Sardiñas e imparable de Carlos Sánchez. Sin embargo, el zurdo pudo reponerse para sacar el episodio en blanco.
En la siguiente entrada, la ofensiva guarista se desquitó fabricando dos carreras, una de ellas mediante imparable de Sánchez. Ronnier Mustelier empujó otra rayita en la tercera entrada para tomar una ventaja de 3-1 ante los crepusculares.
Héctor Giménez mostró su poder en la quinta entrada al sonar cuadrangular de dos carreras en la quinta entrada para igualar las acciones 3-3.
En el séptimo inning ambos equipos anotaron una carrera para alargar el toma y dame hasta el octavo, cuando Jairo Pérez trajo al plato a Paulo Orlando.
Lara amplió la ventaja en el noveno con otra carrera y se preparaba Peter Tago, el cerrador larense para sacar los tres outs del encuentro.
La Guaira colocó dos corredores en circulación si outs para iniciar la búsqueda de la remontada pero Tago logró sobreponerse para recetar a Alex Cabrera y a José "Cafecito" Martínez, quien tuvo una fuerte discusión con Tago y se vaciaron las bancas.
Luego, el taponero golpeó a Alberto González para que se llenaran las bases y las ilusiones de los locales.
Sin embargo, Tago volvió a usar su principal arma, la de abanicar rivales y ponchó a Raúl Padrón, quien había salido como emergente, para sellar el triunfo de los pájaros rojos.