Opinión

Vivir para depredar

Debe angustiar tener tantos apellidos lujosos, ser de raza superior, del mantuanaje y la godarria y que un zurriburri de chaburros y maburros te derrote una y otra y otra vez. Y no entienden, se empecinan en los mismos errores. La locura es así

 El 1% de la población posee la mitad de la riqueza. Lo dice el Crédit Suisse, que sabe de eso. Nos han adoctrinado para aceptar ese esperpento sin dar un grito. Y hay quienes se encarnizan en ello hasta el extremo de celebrar el cáncer, quemar gente viva por estas calles, intentar incendiar guarderías, pedir que nos bombardeen y despedacen a su madre de un trueno. 

Hay gente que sufre siendo malvada. Son quienes tienen un concepto tan ridículamente alto de sí que estiman que lo que llaman el populacho tiene el deber de rendírseles sin pelear. Como lo creyeron los de la Operación Gedeón. Les bastaba desembarcar para que el entramado social completo y la complejidad entera de la Fuerza Armada Bolivariana cayesen a sus pies. Y lo siguen creyendo. Eso angustia. Veintiún años de derrotas tienen que tener destrozada su trama emocional. Con razón lanzan puputovs. 

No es la primera vez. Te recomiendo el libro Esta tierra de gracia de Isaac Pardo. Ahí están bellamente, es decir, terriblemente escritos los primeros años de la conquista de Venezuela. Una depredación tan encendida que terminaron matándose y comiéndose entre sí. Sí, leíste bien, escribí la palabra comiéndose. Porque los Belzares terminaron comiendo gente en aquella demencia que fue el periodo de acumulación primitiva de capitales que llamamos Conquista de América.

Estamos malacostumbrados a pensar que los españoles eran malucos porque no nos reposamos a considerar que así es la acumulación primitiva, que bestializa a la gente, como decía el Che. Y se termina picando gente con motosierras por un puñado de dólares. O firmando un “contrato de servicios” para triturar un país completo como el que firmó Guaidó con Silvercorp. Y para que sea más monstruoso dice que no firmó. ¿Será que desaprueba esos planes? J.J. dice que sí lo firmó. No importa si este o aquel firmó o no, sino que alguien lo hizo, que el contrato existe y lo publicó The Washington Post. Si buscas por Internet encuentras. Ten Primperán a mano.

Debe angustiar tener tantos apellidos lujosos, ser de raza superior, del mantuanaje y la godarria y que un zurriburri de chaburros y maburros te derrote una y otra y otra vez. Y no entienden, se empecinan en los mismos errores. La locura es así.

@rhm1947  

 
 

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