Tormenta glacial sobre Gaza cobra otras dos vidas
Las tareas de reconstrucción en la franja están obstaculizadas por el bloqueo de más de ocho años impuesto por el gobierno de Tel Aviv a la franja, uno de los territorios más pobres y superpoblados del mundo, que prohíbe el paso de materiales de construcción
La tormenta polar que azota el Levante hace varios días cobró este domingo en esta asediada franja de territorio palestino la vida de un bebé, el tercero en dos días, y de un adulto, informó el Ministerio de Salud. Los dos cadáveres fueron rescatados de entre los escombros de viviendas destruidas por la agresión militar israelí de julio y agosto pasados que causó la muerte de dos mil 100 civiles, en su mayoría mujeres y niños, y 11 mil heridos y lisiados, según datos de agencias de la ONU en el terreno.
Asimismo, más de 110 mil personas quedaron sin techo a causa de la destrucción de sus viviendas y tratan de refugiarse entre los restos de sus viviendas, donde encienden hogueras para defenderse del frío, reportó la fuente. El infante, de dos meses, se sumó a los de otros dos que apenas habían cumplido ese tiempo de vida, muertos de frío este sábado en la ciudad de Khan Younis, una de las más castigadas por los 50 días de bombardeos indiscriminados israelíes.
Las tareas de reconstrucción en la franja están obstaculizadas por el bloqueo de más de ocho años impuesto por el gobierno de Tel Aviv a la franja, uno de los territorios más pobres y superpoblados del mundo, que prohíbe el paso de materiales de construcción.
Acorde con las precisiones, la menor Salma Zeidan al Masri expiró a pesar de los esfuerzos de sus familiares y el adulto es un pescador que murió tras una jornada de labor en la zona de Khan Younis.
Desde principios de la semana pasada una tormenta glacial azota países del Medio Oriente, en los cuales varios puertos y terminales aéreas fueron cerrados por las altas olas y la pobre visibilidad.
Este sábado una bebé de dos meses y otro que apenas había cumplido un mes murieron a causa del frío extremo y a pesar de los intentos de los médicos por reanimarlos con los escasos medios a su alcance.
A las vicisitudes que impone la tormenta helada se suman las dificultades de las familias para llevar comida a las mesas debido al desempleo creado por las destrucción de establecimientos y las precarias industrias asentadas en la franja.
/N.A
