De la Ciudad

Palmeros de Chacao reciben apoyo para promoverlos como patrimonio de la humanidad

La tradición con más de dos siglos de existencia, los Palmeros de Chacao, reciben el apoyo del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, para promoverlos como patrimonio inmaterial de la humanidad por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés)

Así lo dijo este sábado la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, Delcy Rodríguez, desde la entrada de Sabas Nieves al Parque Nacional Warairarepano de Caracas.

Mediante su cuenta en Twitter @DrodriguezVen, la también secretaria general del Movimiento Somos Venezuela (MSV) expresó que esta tradición lleva el mensaje de sanación milagrosa.

“Desde Movimiento Somos Venezuela acompañamos las tradiciones del pueblo”, agregó.

Rodríguez destacó la participación de los niños y niñas que integran esta agrupación centenaria.

“¡Palmeritos de Chacao acompasaron su regreso del Warairarepano cargados de palmas benditas para nuestra Venezuela amada! ¡En nuestros niños está la garantía de futuro en paz y unión!”, manifestó.

Palmeros milagrosos

La tradición de los Palmeros de Chacao recibió en 2014 el certificado de Bien Cultural de la Nación por parte del Gobierno Nacional.

Esta actividad consiste en una procesión que parte desde Sabas Nieves en la emblemática montaña capitalina hasta la plaza Bolívar de Chacao, municipio del estado Miranda.

El origen de la costumbre religiosa data de hace 238 años cuando, según refieren organizadores del evento, una promesa del padre José Antonio Mahedano en 1776 libró al pueblo venezolano de la fiebre amarilla.

Los palmeros eran esclavos de las haciendas del valle caraqueño, quienes enviados por el párroco, subían a la montaña a buscar palmas que eran posteriormente bendecidas y entregadas a los feligreses enfermos.

El periplo se convirtió en tradición desde entonces y cada domingo de Ramos, antes de la Semana Santa se hace la vigilia y entrega de las palmas bendecidas. 

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