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La pobreza en Argentina, el mayor fracaso de la presidencia de Macri

En las semanas que faltan para las elecciones, Macri dirige toda su estrategia de campaña a reconquistar a la clase media, el sector social más castigado por la crisis

Luego de dos años de una inflación cercana al 50% y tres megadevaluaciones del peso frente al dólar, 16 millones de argentinos —un 35,4% de la población— no acceden hoy a la canasta básica de bienes y servicios, según cifras oficiales del primer semestre de 2019.

Argentina vive una recesión económica que no vislumbra en el corto ni mediano plazo mejoras en las condiciones de vida de la sociedad y las medidas del Gobierno no alcanzan a ser paliativas comparadas con la pérdida del poder adquisitivo.

El Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica (UCA) estima que la pobreza en la segunda mitad del año llegará al 40% de la población, ya que incluirá el impacto de la devaluación cercana al 35% que ocurrió después de las elecciones primarias de agosto.

"Esta inflación está efectivamente desgastando la capacidad de reservas de los sectores más pobres y de las clases medias bajas. Viene creciendo la desigualdad en materia de redistribución del ingreso", dijo en entrevista radial Agustín Salvia, director del Observatorio. 

"Los sectores medios altos experimentaron una caída real de menos del 5% en sus ingresos mientras que en los sectores más bajos la caída del ingreso medio per cápita fue entre el 17 y el 20%", completó.

Las cifras de la pobreza que publicó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dejan en evidencia el fracaso de las políticas económicas de la gestión del presidente de Argentina, Mauricio Macri, quien tuvo como principal lema de campaña la promesa de alcanzar "Pobreza Cero" y pidió que su mandato fuera ponderado según la reducción de este índice.

Comparado con el primer trimestre de 2018, la pobreza creció 8,1% en el mismo periodo de este año. La razón es que para el primer semestre del año pasado todavía no se había dado la peor corrida cambiaria desde 2001: el dólar pasó de 18 pesos en abril de 2018 a 45 pesos a mediados de 2019. 

Las regiones más afectadas son las del norte del país. La pobreza en las provincias del Noreste —Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa— alcanzó al 42,4% de la población. En el Noroeste —La Rioja, Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero, Salta y Jujuy— llegó al 40% de los habitantes.

Estas cifras todavía no miden los efectos causados por otra brutal devaluación ocurrida después de las elecciones primarias del 11 de agosto, cuando el dólar pasó de 45 a más de 60 pesos como producto de la derrota de Macri por más de 15 puntos frente al peronista Alberto Fernández.

Menos de un mes antes de las elecciones generales del 27 de octubre, la publicación de estas cifras es un nuevo golpe a la imagen del presidente, quien prometió eliminar la pobreza y pidió ser juzgado por su éxito en esa tarea al final de su Gobierno.

En las semanas que faltan para las elecciones, Macri dirige toda su estrategia de campaña a reconquistar a la clase media, el sector social más castigado por la crisis y cuyo estrato más vulnerable lucha por satisfacer necesidades básicas.

La publicación reciente del Indec y estos nuevos índices de pobreza, que son los peores desde la crisis de 2001, cuando alcanzó al 55% de la población, no han pasado desapercibidos ni localmente ni en el mundo.

Cáritas Argentina, la organización de beneficencia que depende de la Iglesia católica, por ejemplo, se manifestó preocupada e indignada. El monseñor Carlos José Tissera, presidente de la institución, dijo que el aumento de la pobreza "no es algo que nos sorprenda: nos duele y nos avergüenza" y que "refleja la realidad que vemos en los comedores, merenderos y centros comunitarios", en una entrevista con una agencia de noticias religiosa.

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