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Superada la impresión inicial de sabernos una “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y a la política exterior de los Estados Unidos”

Superada la impresión inicial de sabernos una “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y a la política exterior de los Estados Unidos”, causantes además de “una emergencia nacional”, se comienzan a analizar en frío las sanciones y sus efectos, algunos inesperados.

Las relaciones bilaterales EEUU-Venezuela posiblemente continuarán deteriorándose y sin perspectivas de mejorar en el corto plazo. Según expertos, EEUU “no va a adoptar sanciones realmente amplias contra Venezuela ni cortar el comercio petrolero”; por el contrario, “los dos países seguirán siendo socios comerciales importantes”.

Resalta el importantísimo papel de las instancias y los países de la región para la superación de situaciones internas y regionales. Unasur “rechaza cualquier intento de injerencia externa o interna que pretenda interrumpir el proceso democrático en Venezuela, ya sea de orden interno o externo”. En un comunicado, el Gobierno de Ecuador afirma que la calificación de Venezuela como una “amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad y la política exterior de los EEUU” supone un riesgo grave contra la paz y la democracia en la región latinoamericana y caribeña.

Analizadas en profundidad las posibles consecuencias de las sanciones, comienzan a surgir dudas en cuanto a sus efectos. Según analistas, probablemente no cambiarán la economía de Venezuela ni la dirección política. Por el contrario, consolidarán la unidad en el Gobierno y lo fortalecerá. Hasta The New York Times (editorial) pone en duda la eficacia de las últimas sanciones contra Venezuela e incluso cree que las medidas pueden llegar a reforzar al presidente Nicolás Maduro.

Destacamos algunos efectos no esperados de las medidas de Estados Unidos contra Venezuela. Se fortalece la retórica antiimperialista y antiinjerencista en el discurso del presidente Maduro, al igual que su imagen. Se potencia la figura mítica y visionaria de Chávez. Ante la amenaza externa, el chavismo cierra filas, se incrementa la cohesión interna y se debilitan grupos de poder. Las medidas demandan de diferentes partidos de oposición un rechazo público a la injerencia. Finalmente, destaca el reforzamiento de la integración y la relegitimación de las instancias regionales.

maryclens@yahoo.com

/N.A

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