Dos atentados suicidas dejan al menos 25 muertos en Damasco
Un terrorista suicida ha atentado este miércoles contra un tribunal en Damasco, dejando al menos 25 muertos y numerosos heridos, según ha informado la policía y la agencia de noticias estatal. El tribunal atacado se encuentra en el centro de la ciudad. Apenas un par de horas después, otro suicida ha atacado un restaurante de la capital siria dejando varios muertos.
El tribunal estaba lleno de gente cuando el terrorista suicida ha accionado la bomba después de que la policía tratara de impedirle la entrada al edificio, según ha declarado un empleado a la televisión local. "Estábamos aterrorizados porque la explosión ha sido enorme.
Nos hemos refugiado en la biblioteca, que está un piso más arriba", ha declarado un abogado que trabaja en el tribunal atacado. "Es una escena sangrienta", ha añadido.
El atentado se produce después de que el pasado sábado un doble atentado dejara 74 muertos, en su mayoría peregrinos iraquíes, frente a un cementerio de la Ciudad Vieja de Damasco. El grupo radical Tahrir al Sham, exfilial de Al Qaeda en Siria, se atribuyó en la tarde del domingo el doble atentado terrorista. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, ha cifrado en 74 el número de víctimas mortales, elevando el balance inicial de 40 muertos que hizo el Ministerio de Interior sirio. Entre las víctimas se cuentan 54 peregrinos chiíes, ocho de ellos menores, y 20 efectivos progubernamentales. Otras 120 personas resultaron heridas en el ataque.
Este miércoles se cumplen precisamente seis años del inicio de las manifestaciones contra el presidente Bashar al Assad, cuya represión violenta de las mismas desencadenó la guerra civil en la que está sumido actualmente el país. El balance arroja cifras desgarradoras. Entre 320.000 y 450.000 personas han muerto, 1,5 millones han resultado heridas, el 50% de las infraestructuras del país han sido destruidas y al menos cinco millones de sirios se han visto obligados a huir del país mientras que entre seis y ocho millones de ciudadanos han abandonado sus hogares
