De nuevo la derecha venezolana quiere traer su violencia al centro de Caracas
Por tercera vez en una semana la derecha venezolana desvió hacia el centro de la ciudad capital una movilización que convocó este sábado al este de Caracas, como parte de una agenda desestabilizadora puesta en marcha con apoyo de factores extranjeros.
La última vez que la derecha venezolana se movilizó hasta el centro de la capital destrozó la fachada de la Fiscalía General de la República, violentaron el ornato público, atentaron contra la paz y el orden público y propiciaron una espiral de violencia callejera entre febrero y junio de 2014 en la que fueron asesinadas 43 personas y más 800 resultaron lesionadas.
Desde entonces, la autoridades toman medidas de seguridad para resguardar a la población y la infraestructura física de calles, avenidas, oficinas públicas y locales comerciales. Una de las medidas es el cierre temporal de las estaciones del Metro de Caracas, que dan acceso al centro de la ciudad.
En 2014 varias estaciones del subterráneo capitalino fueron deterioradas por manifestantes opositores y algunos trabajadores del metro fueron víctimas de insultos y lesiones físicas. También algunas unidades del servicio de metrobús fueron quemadas por estos grupos de la derecha, convocados y conducidos hacia actos de violencia callejera por dirigentes opositores que desaparecen y luego reaparecen entrevistados en canales extranjeros.
Para esta movilización no fue la excepción. Los simpatizantes del proyecto neoliberal, defendido por partidos conservadores, fueron convocados a marchar hacia el centro de la capital. La policía en resguardo de la paz, despliega filas de efectivos de seguridad en los límites de acceso al centro de la ciudad.
El jueves pasado los sectores opositores se concentraron en una autopista situada al este de la capital. Allí también desviaron la movilización hacia el centro de la capital, al igual como lo hicieron en la movilización del 11 de abril de 2002 que derivó en un golpe de Estado.
Tras ser detenidos por filas de efectivos policiales, que se protegían con escudos plásticos, grupos de choque de la derecha, con chalecos y rostros cubiertos, destrozaron las barandas que dividen la autopista y se llevaron de un liceo aledaño pupitres y pizarras, que luego utilizaron para cerrar la vía con escombros.
