Daniel Ortega: Estoy seguro que vamos a consolidar la paz en Nicaragua
Ante la ola de violencia que se ha originado en Nicaragua desde hace cuatro meses, que ha dejado saldo de más de 242 muertos, el presidente de la nación centroamericana, Daniel Ortega, aseveró este martes que se consolidará la paz en el país.
"Estoy seguro que vamos a consolidar la paz. Hemos derrotado el golpe. Siento que ya lo derrotamos" expresó Ortega, no obstante, advirtió que la derecha de Nicaragua "va a insistir" en tratar de generar caos y zozobra en la población para derrocar a la Revolución sandinista.
En entrevista a Telesur, Ortega reiteró su llamado al diálogo nacional y enfatizó que está dispuesto a conversar con todos los sectores políticos, económicos y sociales para así crear las condiciones necesarias que permitan frenar los hechos violentos que, además, ha registrado pérdidas por encima de los 430 millones de dólares para la economía nacional.
"Es necesario el diálogo, el entendimiento y el consenso", añadió. "Estamos abiertos a dialogar y a establecer acuerdos de la nueva realidad".
Por otra parte, denunció que las acciones violentas de estos grupos minoritarios corresponde al movimiento asociado a las ideas del dictador Anastasio Somoza, que no aceptó que el sandinismo recuperara el poder y lograra la reconciliación, la paz y la estabilidad desde hace 11 años.
"Estamos enfrentando el somosismo. Es una campaña permanente, se ha venido acumulando fuerzas del odio que no logró desaparecer en estos años", advirtió.
En este sentido, indicó que estos grupos violentos de derecha están siendo financiados por organizaciones y movimientos contrarrevolucionarios que se encuentran en Miami, que tienen como fin acabar con el sandinismo.
"Como no pudieron acabar con el sandinismo en la era de los 80, y como el sandinismo retomó el gobierno, ellos son los que están en esa tarea, en una tarea que los obsesiona", puntualizó.
Indicó que los ejes imperialistas han tratado de trasladar los escenarios que ocurrieron en países como Venezuela —en 2014 y 2017 con las denominadas guarimbas —, así como en Ucrania — en 2017 — a Nicaragua para así poder generar un escenario violento que permita traer descontento a la población del país.
"El veneno lo pone el intervencionismo norteamericano nuevamente en Nicaragua", puntualizó Ortega, quien advirtió que el problema es que el gobierno de Estados Unidos no respeta un posible acuerdo entre el sector empresarial y el Gobierno.
