30 muertos y un centenar de heridos en protestas de Madagascar
Cerca de 30 personas murieron en Antananarivo y un centenar resultaron heridas después de que soldados de la guardia presidencial dispararan este sábado sobre manifestantes que se dirigían al Palacio de la Presidencia.
Según el diario malgache "La Gazette", los soldados de la guardia presidencial "dispararon a sangre fría sobre la multitud de manifestantes desarmados".
El suceso, que los diarios de Madagascar tachan de "matanza", tuvo lugar poco después de una manifestación convocada por el ex alcalde a Antananarivo, Andry Rajoelina, para protestar contra el presidente del país, Marc Ravalomanana.
Rajoelina acusa a Ravalomanana de malversación de fondos públicos y de violar la Constitución, y ha encabezado varias manifestaciones desde el pasado 26 de enero, en las que se ha proclamado "a cargo de los asuntos del país".
Como consecuencia de estas acciones, el Gobierno de Ravalomanana destituyó el pasado miércoles a Rajoelina del cargo de alcalde, pero este la rechazó y convocó nuevas manifestaciones en la capital malgache a favor del Ejecutivo de transición que propugna.
Durante la protesta del sábado, los oradores leyeron una declaración en la que se proclamaba a Rajoelina el "presidente de la autoridad suprema de la transición", nombrado en virtud de las facultades que le confiere lo que la oposición denomina "la Carta de la transición a la 4ª República".
Mientras Rajoelina estaba negociando su entrada al palacio de Ambohitsorohitra, una multitud incontrolada provocó disparos procedentes del interior de la sede presidencial, según el diario "Tribune", que documenta gráficamente el suceso con la exposición de decenas de fotografías en su edición digital.
Los 30 fallecidos del sábado se suman al centenar que causaron los disturbios y manifestaciones de la semana pasada, en los que la multitud incendió el edificio de la Radiotelevisión pública y decenas de comercios y locales públicos fueron saqueados.
La Unión Africana ha reaccionado frente a las revueltas dirigidas por Rajoelina advirtiendo a los opositores malgaches que se mantengan dentro de la legalidad y que no admitirá regímenes no constitucionales en su seno.
El pasado jueves, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, decidió enviar a Madagascar al secretario general adjunto para Asuntos Políticos, Haile Menkerios, quien debía llegar ayer a la isla y "explorar qué puede hacer Naciones Unidas para evitar más violencia y contribuir a la paz y la estabilización" del país.
El actual presidente llegó al poder en 2002, tras derrotar en unos controvertidos comicios en 2001 a su predecesor, el almirante retirado Didier Ratsiraka, quien le acusó de fraude electoral y se negó a entregar el Gobierno, lo que produjo un conflicto que estuvo a punto de llevar al país a una guerra civil.
En 2006, Ravalomanana fue reelegido para un nuevo período de cinco años, en unas elecciones que fueron también tildadas de fraudulentas por la oposición, aunque el Tribunal Constitucional rechazó las acusaciones.
Las próximas elecciones presidenciales en Madagascar están previstas en 2011, pero en las mismas no podrá presentarse Rajoelina, ya que la Constitución malgache exige que los jefes del Estado deben superen los 40 años y él sólo tiene 34.
