Amuay se consolida como una de las refinerías más importantes del mundo
Este domingo, la refinería de Amuay, la más grande del país, ubicada en el estado Falcón, cumple 66 años de funcionamiento garantizando el suministro de combustibles y derivados al mercado venezolano.
Por medio del decreto de 1945 dictado por el presidente Isaías Medina Angarita, que obligaba a las empresas transnacionales petroleras a refinar en Venezuela el crudo que extraían, se inauguró el 3 de enero de 1950 la refinería falconiana con una capacidad inicial de procesamiento de 60.000 barriles diarios de crudo.
66 años después, Amuay, junto con las refinerías de Cardón y Bajo Grande, conforma el Centro de Refinación de Paraguaná (CRP), que es considerado el más grande del mundo, al contar con una capacidad de procesamiento superior a los 900.000 barriles diarios de crudo.
De acuerdo con un boletín de prensa del Ministerio del Poder Popular para Petróleo y Minería, la capacidad instalada de esta refinería asciende a los 635.000 barriles de crudo por día, como muestra del desarrollo registrado en más de seis décadas de operaciones en las que ha superado varias acciones de sabotaje.
El primero de ellos, ocurrido en 2002, redujo a solo 23.000 barriles/día la producción petrolera durante varias jornadas como medida de presión por parte de la extrema derecha nacional para derrocar al comandante Hugo Chávez, líder de la Revolución Bolivariana.
En 2012, Amuay fue víctima de otro ataque que dejó un saldo de 47 personas fallecidas y 135 heridos. El sabotaje consistió en aflojar siete de ocho espárragos de la bomba 2601, ubicada al sur de bloque 23 de almacenamiento de estas sustancias. Los pernos, desajustados casi totalmente de manera intencional para crear una tragedia en la industria, se quebraron producto de un proceso de fatiga mecánica.
Esto ocasionó, a las 11:57 de la noche del 24 de agosto del 2012, una abertura de al menos 2,9 pulgadas, que permitió una fuga masiva abrupta, que en solo diez segundos creó una densa nube de olefinas de siete metros, y a los diez minutos, se generó la explosión.
Fuerza obrera comprometida
La fuerza obrera de la industria petrolera ha sido la principal garantía de la seguridad de estas instalaciones, ratificando su compromiso en la defensa de una de las refinerías más importantes del mundo.
Neisker Rosales, ingeniero de procesos, con 13 años de experiencia en el Centro de Refinación de Paraguaná, destacó la capacidad de todos los trabajadores que ha permitido impulsar la producción de la industria petrolera.
"Durante una jornada en la refinería no hay espacio para improvisaciones, por eso resalta la gran capacidad técnica y formación del personal del Centro de Refinación. Las nuevas generaciones hemos tenido grandes maestros para seguir asumiendo con responsabilidad y compromiso los retos de la nación", expresó citado en la nota de prensa.
Por su parte, la trabajadora Katty Romero resaltó que "trabajar en Amuay es mi pasión, es como mi casa, cada día es un reto y lo asumo con mucho compromiso patrio. Es gratificante saber que el trabajo que hacemos aquí tiene un impacto positivo para el pueblo. La empresa nos ha ofrecido innumerables oportunidades de formación para nuestro desarrollo integral".
Fortalecimiento de la industria
Pdvsa resalta que, bajo una visión de plena soberanía petrolera, Amuay ha generado dividendos tanto a la península de Paraguaná como al resto del país, no sólo en el aspecto económico, sino también en lo social, mediante la redistribución de la renta petrolera.
En el Plan de la Patria, el Comandante Hugo Chávez, estableció el aumento de la capacidad de producción de crudo en el país a seis millones de barriles diarios para 2019.
Para continuar garantizando el suministro de combustibles y derivados al mercado venezolano, Amuay tiene el reto de ajustar su patrón de refinación para procesar los crudos extrapesados ubicados en la Faja Petrolífera del Orinoco "Hugo Chávez".
Actualmente, se ejecuta el Proyecto de Ampliación de Conversión Media y Profunda (PADMY), además de la construcción de la nueva planta de Hidrotratamiento de Nafta (HNAY) para bajar el contenido de azufre de los combustibles.
En este contexto, Romero recalcó la importancia de la fuerza obrera en el desarrollo y ejecución de estos proyectos.
"Amuay es una refinería moderna. Cuando imagino el futuro, con todos los proyectos de desarrollo y crecimiento, me lleno de ilusión. Las nuevas generaciones estamos conscientes de la responsabilidad que tenemos al frente de tareas importantes para el cumplimiento del Plan de la Patria y la construcción de un país cada día mejor", manifestó.
