Internacionales

Al menos tres muertos por el paso de la tormenta Ophelia en Irlanda

Más de 360.000 hogares y comercios están sin luz en la isla y 130 vuelos han sido suspendidos

El huracán Ophelia ha provocado las primeras víctimas y daños materiales en Irlanda. Al menos tres personas han muerto. Dos mujeres, de 50 y 70 años, han fallecido en la localidad de Waterford, en el sureste de la isla y un hombre, de 30 años, también ha perdido la vida mientras trataba de mover ramas caídas en Co Tipperary, en el centro del país, según ha informado este lunes la cadena de televisión pública irlandesa RTE. Además, unos 360.000 hogares y comercios de la república se han quedado sin suministro eléctrico por el efecto de la tormenta.

El Gobierno ha decretado el cierre de colegios y guarderías y ha restringido otros servicios públicos, como los juzgados y los dispensarios médicos. En Irlanda del Norte, en Reino Unido, también están clausuradas las escuelas y los tribunales han cesado su actividad este mediodía. Los servicios meteorológicos prevén que la tormenta afecte al norte de Inglaterra, Gales y zonas de Escocia.

Las autoridades del aeropuerto de Dublín han indicado que unos 130 vuelos serán suspendidos. Aerolíneas como Ryanair, Aer Lingus, British Airways o Air France ya han anunciado la cancelación de algunas rutas.

Según la cadena pública británica BBC, el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton ha cancelado, por el mal tiempo, una visita que tenía previsto hacer a Belfast para tratar de impulsar las negociaciones entre los partidos norirlandeses y restaurar el Gobierno de poder compartido, informa Efe.

La isla ha aguardado a Ophelia con la máxima precaución. La oficina meteorológica irlandesa, Met Eirann, ha puesto a toda la república en estado de alerta roja, mientras que los servicios de Reino Unido han establecido la alerta naranja en Irlanda del Norte. El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, ha recomendado a los ciudadanos a través de Twitter que "no salgan hasta que pase". "Es una tormenta muy peligrosa. La última vez que hubo una de esta gravedad se perdieron 11 vidas", ha señalado.

Este fenómeno meteorológico, procedente de las islas Azores, en Portugal, llegó a ser un huracán de categoría 3, pero su potencia ha ido menguando a medida que se aproximaba a Irlanda, y en estos momentos se considera una tormenta postropical, aunque continúa siendo peligrosa.

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