Adelantan proyecto de microcorredores
Para contrarrestar el aumento de la temperatura en el estado Zulia, que en las últimas semanas ha alcanzado los 50 grados centígrados, el Instituto para el Control y la Conservación del Lago de Maracaibo (Iclam) adelanta un proyecto de Microcorredores en la capital de la entidad, que consiste en conformar "anillos verdes" en espacios urbanos.
Este proyecto nace de un grupo de investigadores que ven con preocupación la migración de la biofauna urbana y la pérdida de vegetación en la localidad del occidente del país, destacó en boletín informativo la gerente de Ecología Humana del Iclam, Sonsiree Ramírez.
"Iniciamos una investigación y nos dimos cuenta de que algunas ciudades ya comenzaron con esta iniciativa llamada ‘anillos verdes’, donde se conectan plazas y parques públicos, lo que permite la continuidad de la vegetación en espacios que se utilizan para la recreación y el contacto con la naturaleza de sus habitantes", indicó.
El Iclam realiza inspecciones en zonas como el Distribuidor de Sabaneta, en Vereda del Lago y en los terrenos de La Universidad del Zulia (LUZ), para concretar el proyecto, donde generalmente se emplean especies nativas para tratar de recuperar los espacios abiertos de la ciudad.
Los llamados anillos verdes son un entramado ecológico que se forma al plantar árboles ornamentales y frutales, refiere César Valdelamar, asesor técnico de Vivero y Plantación del Iclam.
La iniciativa promueve la plantación de árboles para contrarrestar el aumento de temperatura y el consumo hídrico y eléctrico desmedido. Asimismo, busca desarrollar espacios verdes, promoviendo embellecimiento de los espacios abiertos y el regreso de algunas faunas asociadas.
En 2014, Maracaibo experimentó un crimen ecológico sin precedentes, cuando grupos desestabilizadores derribaron más de 700 árboles patrimoniales, que fueron utilizados como barricadas en los hechos violentos promovidos por sectores de derecha, conocidos como guarimbas.
Cujíes, ceibas, jabillos, yacures, bucares, mangos y palmas, entre otros árboles que daban sombra y frescor a la capital zuliana, fueron talados.
La falta de vegetación, según especialistas en la materia, incide en la ola de calor que se vive en la capital de Zulia.
