El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, se encuentra nuevamente envuelto en una fuerte polémica, esta vez por presuntamente transgredir el principio esencial de neutralidad política que debe regir a la máxima autoridad del fútbol mundial. La organización FairSquare, dedicada a la promoción de la transparencia en el deporte, ha formalizado una denuncia ante el comité de ética de la FIFA, catalogando el respaldo público del dirigente hacia el presidente estadounidense Donald Trump como «inaceptable».
La queja surge a raíz de una sucesión de gestos y declaraciones que han sembrado la duda sobre la imparcialidad de Infantino, sugiriendo un rol más político que administrativo. El incidente más destacado ocurrió durante el sorteo del Mundial en Washington el pasado viernes, donde Trump recibió el Primer Premio de la Paz de la FIFA. Este reconocimiento ha sido interpretado por muchos como una evidencia de la creciente y cuestionable afinidad entre ambos líderes.
Un Premio a la Medida y un Discurso Alarmante
La controversia no solo reside en la naturaleza del premio otorgado a Trump, sino también en el efusivo discurso de presentación de Infantino. Tras la proyección de un video elogiando al mandatario, el presidente de la FIFA tomó la palabra para ofrecer un elogio que generó críticas tanto dentro como fuera de la organización:
“Esto es lo que queremos de un líder… Usted, sin duda, merece el primer Premio de la Paz de la FIFA… Siempre podrá contar con mi apoyo”.
Según los denunciantes, estas palabras no solo infringen el código de ética de la FIFA en cuanto a la neutralidad política, sino que también solidifican la percepción de que Infantino ha adoptado una postura abiertamente alineada con la administración Trump.
Un Patrón Sistemático de Apoyo
FairSquare subraya que el incidente no fue aislado. La denuncia incorpora varias intervenciones previas de Infantino que, en conjunto, delinean una relación inapropiada entre el titular del organismo rector del fútbol y un jefe de Estado en funciones.
En octubre, Infantino publicó en Instagram que Trump era «merecedor» del Premio Nobel de la Paz, un comentario que desconcertó a numerosos expertos en diplomacia deportiva. Posteriormente, en noviembre, durante el American Business Forum en Miami, reafirmó su respaldo a Trump, declarando que «todos deberíamos apoyar lo que está haciendo en Estados Unidos». Finalmente, el día de la investidura presidencial, el dirigente publicó otro mensaje en el mismo tono: «Juntos haremos no solo a Estados Unidos grande otra vez, sino también al mundo entero». Dicha retórica sugiere una inclinación sistemática y no accidental.
Comité de ética cuestionado
El código de la FIFA contempla sanciones que incluyen hasta dos años de inhabilitación para cualquier directivo que infrinja la neutralidad política. Sin embargo, existe el temor entre los expertos de que esta norma no se aplique. Diversas organizaciones internacionales han señalado durante años que los actuales investigadores y jueces del comité de ética de la entidad tienen menor independencia que aquellos que actuaron durante la gestión de Joseph Blatter, quien fue destituido tras múltiples escándalos.
