Por ahora
Acabando con acaparadores, especuladores y corruptos, el bolivarianismo se reconsolidará antes de ese año o nunca.
No hubo derrota popular más dura que el 27 de febrero de 1989, cuando fueron asesinados millares de civiles que se rebelaron contra el FMI.
Igual de grave fue la del 4 de febrero de 1992, cuando decenas de militares patrióticos perdieron vidas o carreras; el triunfo de la derecha parecía definitivo.
Por ahora.
La oposición ganó 112 de 167 escaños en la Asamblea Nacional. Tres de ellos con representantes indígenas, a quienes el bolivarianismo concedió más derechos que cualquier otro gobierno. Son más de las 2/3 y las 3/5 partes que la Constitución exige para medidas de gravedad extrema. No corresponden a un crecimiento de la derecha, que en la elección presidencial de 2013 obtuvo 7.363.980 sufragios y ahora junta 7.707.322, apenas 4,22% más. Se trata de una abstención de los bolivarianos ante la inacción del gobierno contra corruptos, acaparadores y especuladores.
Falta un año para las elecciones de gobernadores y asambleas legislativas de los estados. Durante ese año, la derecha tratará de destruir el bolivarianismo. Alegará que la derrota es un plebiscito que obliga a la renuncia del Presidente; convocará referendos revocatorios; destituirá vicepresidentes y ministros mediante votos de censura; negará sanción para la Ley de Presupuesto y créditos adicionales; para celebrar contratos de interés nacional y designar jefes de misiones diplomáticas permanentes.
También aplicará fatalmente de nuevo las medidas neoliberales que ya una vez le quitaron el poder. Derogará la ley habilitante y todas las que consagren beneficios sociales. Continuará acaparando, especulando, subiendo precios hasta hacerlos incosteables. Derogará prestaciones sociales de los trabajadores y restablecerá créditos indexados, con intereses sobre los intereses. Liberará precios, alquileres y tasas de interés, y negándole recursos aniquilará progresivamente subsidios, educación gratuita, pensiones y misiones. Así devolverá sus votantes a la izquierda.
Acabando con acaparadores, especuladores y corruptos, el bolivarianismo se reconsolidará antes de ese año o nunca.